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7 de septiembre de 2006

Los mismos nombres para el nuevo curso


En este curso que se nos viene encima se anuncian los mismos nombres propios que cerraron el pasado ejercicio y que no parecen haber descansado a lo largo de este apretado e intenso verano.

El gallineo insigne no descansa ni tiene por qué: simplemente cambia la ubicación, viste pantalón corto y suda un poco más, pero no desaparece.

Ahora vuelven algunos a sus escenarios habituales y volvemos los cronistas a preguntárnos qué va a ser de ellos.

Hay que ser poco lince para adivinar que la foto más esperada, la aparición más estelar, será la de Isabel Pantoja con su encarcelado novio, bien sea en libertad, bien sea visitando la prisión en la que se encuentra.

El marcaje al que se le somete a la cantante no va a relajarse ni un minuto, me da a mí, y la lengua sucia de muchos que viven de comentar despectivamente su vida no creo que vaya a descansar de momento.

El linchamiento que vive por parte de quienes han encontrado en ello un medio de trinque puede, incluso, recrudecerse, lo cual es, por cierto, indecente.

Carmen Martínez Bordíu va a trabajar duro en estos próximos meses: bailará en el mismo programa de televisión en que lo hizo Gemma Ruiz, que se cree, pobrecita mía, que la van a dejar disfrutar tranquila de su romance sevillano.

El sucio manoseo que de los malos tratos a mujeres se hace en determinados púlpitos televisivos va a continuar hasta la náusea: veremos desfilar a pequeñas ratas de alcantarilla a por su ración de prebenda.

Seguiremos llorando a Rocío y se seguirá especulando con aquél gesto y aquella supuesta mirada que evidencian que todos se llevan muy mal. Ni mal ni bien ni todo lo contrario: esperemos, por supuesto, que a Ortega Cano, a mi buen amigo José, ni se le pase siquiera por la cabeza volver a vestirse de luces.

Que toree en el campo tranquilamente. Evidentemente, se espera con gran expectación la nueva hazaña sexual de mi querido y envidiado compañero Pipi Estrada con su apretadísima y bellísima novia, esa a la que media España quisiera haber pasado por su apellido: ¿los tendremos a todas horas en los programas de televisión narrando sus aventuras conyugales? Danos envidia, Pipi, tú que puedes; eres un crack.

Otro de los centros de atención informativa al ciudadano, "Ambiciones" de Ubrique, acapara la espera tensa de los medios: la esposa de ese gran torero que es Jesulín va a tener que vérselas con el quirófano para dar a luz a un hijo.

Mejor eso que vérselas con un juzgado por la irregularidad administrativa que le atribuyen.

Esperemos también ser testigos de los noviazgos que se crean y se destruyen, tipo Elsa Pataki con el muchacho este que se parece tanto a Manolete y tipo Penélope Cruz con el que le toque después de su última película y pidamos no escribir muchos obituarios.

Brindemos por una nueva etapa de vino y rosas, de estrenos y reposiciones.
 


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