27 de abril de 2024
 
   
     
     
Últimos artículos
Las cosas de la termita [ABC]
Otra vez el «Francomodín» [ABC]
RTVE, el carguero de Baltimore [ABC]
«Nine to Five» [ABC]
¿TikTok nos espía? [ABC]
¿Cómo quiere el señor la amnistía? [ABC]
Todo a su tiempo y por orden [ABC]
Diez Minutos
VER-ORIGINAL
25 de noviembre de 2004

Zarzuela 'selecciona' sus invitaciones


Se casa otro sobrino de los Reyes. Sobrino éste de primer grado, o sea, hijo de hermano o hermana.

Digo esto por la razón de que la boda del hijo de Alfonso de Borbón no fue considerada por algunos usuarios de papel de fumar como boda de sobrino, ya que se trataba del hijo de un primo hermano y, según los exquisitos, eso le resta la suficiente dosis de sangre espesa como para resultar cercano.

Es un argumento más que discutible, evidentemente, pero más allá de lo que podría ser una discusión bizantina queda claro que para esta otra boda sí parece que las agendas permiten la presencia de toda la familia en pleno.

La concatenación de ambos sacramentos ha manifestado la diferencia de trato que la Zarzuela –o directamente los Reyes– ha querido evidenciar: en un caso, lo que haga falta; en el otro, ni agua.

Siendo, como son, temas familiares, los demás tenemos poco o nada que decir: en nuestras vidas obramos de manera semejante y no pocas veces decidimos que no vamos al enlace del tío menganito pero sí al del primo zutanito, con lo que cada cual a lo suyo.

Sólo podemos constatar el sabor algo amargo en la parte menos favorecida.

Esto ha manifestado la diferencia de trato que la Zarzuela ha querido evidenciar: en un caso, lo que haga falta; en el otro, ni agua

Si a ello le sumamos toda la trompetería que se está formando con la ruptura de relaciones de la madre del novio y su arquitecto italiano, nos encontramos ante un cuadro un tanto agitado.

A Carmen Martínez-Bordiú, que de la explicitación de su vida a través de los medios ha hecho todo un análisis financiero, se le ha echado encima la parte menos pulcra de la profesión para adjudicarle noviazgos con la imprecisión propia de un manazas: determinados calumniadores profesionales con “título” de informador han machacado día y noche la suerte de que mantenía relaciones con su abogado o con un empresario jerezano al que han filmado un par de veces...
con su mujer al lado.

No tienen ni puñetera idea. O, tal vez, hay mala fe. Ni el abogado ni el jerezano tienen nada que ver con la nietísima.

Juguetear alegremente con la imagen de gente que hace su trabajo --o que mantiene relaciones de amistad desde hace muchos años-- sólo por el hecho de estar cerca del objeto de la noticia, es más propio de difamadores profesionales que de “periodistas”.

Quiero imaginar que hasta Carmen Martínez-Bordiú, a pesar de todo el intercambio comercial que haya mantenido con los medios, tiene derecho a que se respeten algunas reglas.

Pero, en fin, a todo esto la columna debía tratar de la boda de un sobrino de los Reyes...
 


enviar a un amigo comentar
[Se publicará en la web]
facebook

Comentarios 0

Traducir el artículo de 


Buscador de artículos
Título: 

En el texto del artículo

Texto de búsqueda: 


Administración
  Herrera en la red
  Herrera en imágenes
  Sitios que me gustan
 
©Carlos Herrera 2003, Todos los derechos reservados
Desarrollado y mantenido por minetgen, s.l.