Hay mucha tarea antes de llegar a Sánchez, y conviene no tener prisa

El PP salió en tromba a por Sánchez la otra mañana en el Congreso como máximo responsable del cártel de las mascarillas. No sé si es la táctica más efectiva, no porque no sea el último responsable de los ministros y autoridades enfangados en todas las informaciones que están apareciendo en tropel –tanto, que no da tiempo a digerirlas todas–, sino porque tal vez resulte más operativo llegar finalmente a él después de ir señalando –y cobrándose piezas– a los implicados en, de momento, el mal gobierno y la dilapidación de millones de dinero público contratando empresas de absoluta ineficacia y de mediación controlada por cargos de su partido. Vengo a decir que Sánchez tendrá muy difícil su continuidad si la capilaridad va ascendiendo como el café por el azucarillo a medida que sus ministros y la presidenta del Congreso no puedan defender sus posturas.

La estrategia puede ser clara: acabar con el sanchismo merced a este escándalo de corrupción que va asomando por entregas; pero la táctica debe establecerse por pasos. Armengol para empezar: no puede ocupar la tercera autoridad del Estado una sectaria inepta que, además, está involucrada en un caso de corrupción masiva consistente en pagar millones por unas mascarillas defectuosas y sólo mostrar objeciones el día que deja el cargo de presidenta de su comunidad, manejando, por demás, fondos europeos para el desatino. Torres y Marlaska deben ser los siguientes. Uno a uno. Pieza a pieza. Ábalos también en su momento: el célebre Koldo, el jefe del comité de expertos al que tantas veces recurrió el Gobierno como excusa falsa, debe explicar ante el juez cómo consiguió convencer a su jefe y amigo de correrías que encargara las compras a una empresa sin actividad, fiabilidad ni experiencia en el sector –en ése ni en ninguno–, de la que, además, recibió comisiones ilegales. A continuación Salvador Illa: su empresa de confianza, FCS Select Products, recibió encargos por mas de 250 millones de euros –siete veces el monto total de lo facturado por los amigos de Koldo–, sin contar el transporte y pagando por adelantado, siendo claramente no idónea por dedicarse a comercializar artículos de marketing para bebidas alcohólicas, nada que ver con experiencia sanitaria alguna, y con el único aval de ser del mismo pueblo que el ministro, la Roca del Vallés.

Hay mucha tarea antes de llegar a Sánchez, y conviene no tener prisa, ya que por ahora la pregunta que habría que hacerse es quién no está involucrado en este maloliente asunto. Evidentemente, el carrusel de informaciones está aturdiendo a cualquier observador y puede hacerse cierto aquel aserto de que información más información puede dar desinformación, pero eso no debe ofuscar a la oposición ni obcecarse de entrada con Sánchez: tiene a varios ministros tocados, a la presidenta del Congreso, a la esposa del presidente reuniéndose con mediadores koldistas, a dos autonomías con gobiernos socialistas en aquel momento… Vamos a poner orden. Y esperemos con paciencia cada amanecer y su ración diaria de descubrimientos.