Mientras los de mi partido sigan mareando la perdiz y considerando que perdieron las elecciones por culpa de las mochilas de marzo, la probabilidad de recuperar el poder se va a ir alejando poco a poco sin que nadie pueda evitarlo.

Y mira que se lo pone fácil este Gobierno de tontos, pero no hay manera: nadie ha tenido valor para pedir explicaciones de por qué en enero se contaba con una ventaja de catorce puntos en las encuestas y tres días antes de las votaciones la cosa se acercaba al empate técnico.

Hasta que no se afronte eso no habrá nada que hacer. Hasta que no se pregunte el partido por la razón principal que hizo que, en un momento, la gente diera muestras de hartura a pesar de todo lo bien que lo pudieran hacer los Gobiernos de Aznar, no empezará a desinfectarse la herida.

Además, a medio partido hay que cambiarlo. Pero cambiarlo bien, no como se ha hecho en Asturias, que ha hecho mala sucesión; en el País Vasco, que la ha hecho igual; en Cataluña, que ni te cuento; en Aragón, que vamos a ver; en Galicia, que sigue el mismo que ya ha acabado con varios sucesores; en Andalucía, que es en donde hay que cambiar a más de la mitad y hacer la auténtica revolución, con o sin Arenas, ya me entiendes; en Madrid, que ve cómo sus dos gallos no se pueden ni ver; en Valencia, que ha visto llegar la sangre al río; en Castilla-La Mancha, que me da la risa...

Al final, ¿qué funciona?: Murcia y La Rioja. ¿Y tú crees que con las estructuras de Murcia y La Rioja se ganan unas elecciones? ¿De verdad crees que Valcárcel y Sanz son carteles con impacto nacional?

Nada conseguirán si después de este congreso no se arremangan y empiezan a desbrozar algunas estructuras locales, echar a unos cuantos inútiles y después, y eso es lo más difícil, entregar responsabilidades a tipos preparados.

Pero para eso, claro está, hay que viajar, conocer cada rincón y obrar en consecuencia, y por eso te pregunto: ¿tú crees que Rajoy está dispuesto a visitar Fregenal de la Sierra? ¿Le dará tiempo después del Parlamento, la calle Génova y los programas de radio a los que va a ir de contertulio?

Pues mucho me temo, querido, que no. Y me temo, ya te lo digo, que nadie va a levantarse en esa ejecutiva para decir que Aznar metió la pata con esto y aquello, aunque fuera a grandes rasgos un gran presidente de Gobierno. Nadie lo hará porque los partidos son así. Nadie se levantará para decir que la boda en El Escorial fue una metedura de pata, que lo de la guerra no debió de hacerse así, que Rato y Piqué tenían razón cuando le pidieron al presidente en un consejo de ministros que no enviase tropas a Iraq, que ya estaba bien con la foto de Las Azores -menuda tensión aquella mañana-, que esto, que lo otro, que lo de más allá. Nadie dirá que, cuando llegaron las mochilas, expertos independientes anunciaban nubarrones en las encuestas, pero que no se les hizo caso porque, en estos quehaceres, sigue mandando el mismo metepatas de siempre. Ese que aún no comprendo cómo puede seguir de asesor de nada. Nadie se atreverá a decir que la campaña fue mala de cojones y que hubo que debatir con Zapatero.

No, todos a una le echarán la culpa a las bombas. Y nadie se atreverá a señalar que hay que reformar y reestructurar el partido si se quiere volver a tocar pelo. Por cierto, ¿le mando a Rajoy el mapa de accesos a Fregenal?.