La búsqueda de la tortilla perfecta es un ejercicio inagotable.Los tortillistas rastreamos pistas, investigamos, seguimos consejos, trazamos mapas del tesoro, compartimos descubrimientos. Igual estamos en Palencia, donde La Encina, que en Valladolid, donde Ely, que en Bilbao, donde Ízaro. Una tortilla de patatas bien hecha cubre todas las exigencias alimentarias. En Vitoria pueden presumir de tener dos establecimientos que deberían figurar en los libros de texto de las escuelas de medio mundo: uno es el bar Txiki, pequeño, simpático, familiar, que elabora una tortilla mareante, excepcional y al que me llevaron del brazo mis insustituibles Gonzalo Arrotia y Antxón Urrosolo; otro es Sagartoki, cientos de veces citado en estas páginas, catedral del talento gastronómico. Creo que ya les referí un pincho soberbio confeccionado con una lámina de patata deshidratada que envuelve dos finas lonchas de beicon que, a su vez, envuelven una yema de huevo. Eso se fríe de un golpe sumergido en aceite hirviendo y se come de un bocado. Pero hay que hablar de la tortilla de Senén.
Senén González es un científico de la cocina, un investigador de I+D+I. En la trasera de su impecable y sugerente asador Sagartoki, en la calle Prado de Vitoria, ha instalado un laboratorio que parece de la NASA. La última idea que está desarrollando es el sushi al más puro gusto español: hace de un pimiento un folio y enrolla en él un lomo de bacalao y otras cosas, creando una pieza única, sugestiva, original. Y la tortilla de patatas la confecciona en el horno. Sí, en el horno. Asegura que freír la patata en el horno permite darle la humedad exacta, ya que pierde el agua justa y, cuando alcanza los cien grados, se carameliza; luego, la tuesta en la sartén y le añade el huevo vasco de Label. Con las patatas fritas busca un efecto parecido: tras freírlas hasta un punto medio, las extiende en la parrilla para que las gotas de aceite que caen a las brasas ahúmen el conjunto y les haga perder el agua sobrante, además de aromatizarlas; luego, de nuevo a freír el tramo final y ya está (si tienen parrilla en casa o chimenea con rescoldos de buena leña, pruébenlo). Con todo, esa tortilla no sería una muestra más del buen hacer de los cocineros de media España si no fuera porque ha dado un paso más: ha conseguido envasarla al vacío, congelarla y producir el milagro de que quede igual simplemente poniéndola con cuatro gotas de aceite en una sartén a fuego bajo. Eso mismo se ha intentado muchas veces, pero con diferentes resultados. Mi querido e insuperable Alfonso Ordovás, empresario valiente, arrojado y corajudo, instaló una fábrica de tortillas de patatas en Miami que no pudo acabar de cuajar por un contrato que le dejó colgado la operadora de vuelos Delta Airline. Hubo de cerrar, con la consiguiente quiebra, pero llegó a fabricar industrialmente una tortilla que se podía comer, especialmente si lo hacías en la Florida. Las que he probado congeladas hasta ahora adolecían de ese último tramo de muletazo que diferencia un derechazo extraordinario de otro simplemente bueno, aunque siempre estoy dispuesto a dejarme sorprender. Esta es otra cosa.
Por el momento, si quieren esa tortilla, tendrán que visitar Vitoria y recalar en Sagartoki -no me dejen de ir al bar Txiki, por favor-, ya que está en fase de servir tan solo a hostelería, aunque pronto la podrán adquirir en tiendas delicatesen y, más tarde, en grandes superficies. Hasta ahora, las mejores tortillas han sido siempre las de nuestras madres, pero esta podría alcanzar esa altura (personalmente llevo años queriendo imitar la de doña Blanca, mi progenitora B, pero no he conseguido ese punto exacto de cochura de la patata, la cantidad precisa de huevo y la combinación de fuegos y tiempo que han hecho de la suya una leyenda y una comida obligada cada vez que alguno de la familia recalamos en su casa; tiene que estar harta, la pobre, pero sigue haciéndola con ilusión cada vez que se le sugiere que la prepare).
Quién me lo iba a decir. Que una tortilla congelada y preparada a mil kilómetros iba a cambiarme la vida.
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02/02/2011 10:40:48 |
Caridad G.Grande |
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Buenos días,
estamos comentando en clase la redacción de este artículo y llegamos a la conclusión que la informaciñon que el autor transmite, no es exacta;
Entre todos, no hemos conseguido aclarar cómo se hace la tortilla Senén de un modo correcto. Y tampoco si la tortilla en cuestión la podemos degustar en el Sagartoki recién hecha o si forma parte del sector hostelero en que comercializa (¿?) el producto.
Otra cuestión sería el detalle de por qué fracasó el proyecto de negocio en Miami. ¿Qué tuvo que ver Delta AirLine en el fracaso?
En fin, seguimos intentando dilucidar.
Saludos cordiales,
C.G.G.
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30/01/2011 15:35:52 |
Javier |
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Maravillosa descripción de lo que nos podemos encontrar en una de las ciudades con más proyección de la península. Creo que en tiempos en los que todo el mundo se quiere promocionar y utiliza todas las formas posibles de ser visto y estar presente, Vitoria apostó hace mucho por la más segura y eficaz a medio y largo plazo, la de la honestidad. Esta honestidad se descubre en una simple tortilla de patatas, la descrita por el maestro Herrera. Quién la conozca podrá corroborarlo, quién no, tiene la oportunidad y la excusa para venir a esta ciudad abierta de brazos y fosoforeando al ver la devoción que "Callllos" tiene por ella.
Gracias Herrera, tiene a sus pies un "forofósforo". ¡Y olé!
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24/01/2011 23:37:41 |
Belén |
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Queídísimo Carlos: En primer lugar gracias por tus artículos gastronómicos y sobre todo por hacernos conocer La Encina en Palencia con la encantadora Ciri y su portentosa tortilla de patata. Mi comentario de hoy es para decirte que creo que has empleado mal el verbo "adolecer", ya que su empleo es para decir que se tiene una "Cualidad" en negativo, por ejemplo: Esa mujer adolece de fealdad.
Creo que el significado que tú le das en tu artículo es el de "carecer".
Si estoy en lo cierto, creo que mo lo agradecerás, pues yo tenía el mismo error y cuando me lo advirtieron quedé encantada del aviso.
Imagino que a la hora que te escribo, estarás durmiendo para estar estupendo mañana en tu programa, pero cuando leas el "Emilio", si tienes tiempo me gustartía que me dieras tu opinión. Un abrazo de una fósfora: BELEN
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24/01/2011 22:24:25 |
Aitor |
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Querido Carlos, estoy fósssforo con lo que dices. Lo de Senén, lo del Txiki y la de tantas catedrales del buen yantar como el Marmita Co, La Cocina de Plágaro o el Toloño, son pequeños ejemplos de lo que nos aguarda en la capital de Euskadi.
Sin más, gracias por tus comentarios sobre nuestra ciudad. Como diría nuestro buen amigo Fidel Ramos, en la próxima cita por Vitoria te vienes al txoko de Zuazo a disfrutar de buena gastronomía.
Embajadores como tú son los que nos hacen grandes. MILA ESKER/MUCHAS GRACIAS
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23/01/2011 21:11:41 |
Luis Recarte |
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He leido su articulo La tortilla de Senén y me parece bueno. Yo vivo en San Sebastian y como estoy seguro que conoce, en esta ciudad celebra anualmente un concurso de tortillas en el que el jurado se compone de los
mejores cocineros, como Martin Berasategui,Juan Mari Arzak,etc , concurso al que acostumbro a asistir. Digo esto para que vea que estoy interesado en la tortiila de patata, plato que consumo habitualmente,pues bien, una tortilla de patata, para mi sin igual la cocina Josefina en el restaurante Kasino de Lesaka, Navarra a quince kms de la fontera de Irun.A este restaurante no suele faltar nadie a comer de todos los lugares de España y sur de Francia y al que, si tiene ocasión está invitado. Luis Recarte Tlfno: 649477216
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02/02/2011 10:40:48 |
Caridad G.Grande |
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Buenos días,
estamos comentando en clase la redacción de este artículo y llegamos a la conclusión que la informaciñon que el autor transmite, no es exacta;
Entre todos, no hemos conseguido aclarar cómo se hace la tortilla Senén de un modo correcto. Y tampoco si la tortilla en cuestión la podemos degustar en el Sagartoki recién hecha o si forma parte del sector hostelero en que comercializa (¿?) el producto.
Otra cuestión sería el detalle de por qué fracasó el proyecto de negocio en Miami. ¿Qué tuvo que ver Delta AirLine en el fracaso?
En fin, seguimos intentando dilucidar.
Saludos cordiales,
C.G.G.
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30/01/2011 15:35:52 |
Javier |
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Maravillosa descripción de lo que nos podemos encontrar en una de las ciudades con más proyección de la península. Creo que en tiempos en los que todo el mundo se quiere promocionar y utiliza todas las formas posibles de ser visto y estar presente, Vitoria apostó hace mucho por la más segura y eficaz a medio y largo plazo, la de la honestidad. Esta honestidad se descubre en una simple tortilla de patatas, la descrita por el maestro Herrera. Quién la conozca podrá corroborarlo, quién no, tiene la oportunidad y la excusa para venir a esta ciudad abierta de brazos y fosoforeando al ver la devoción que "Callllos" tiene por ella.
Gracias Herrera, tiene a sus pies un "forofósforo". ¡Y olé!
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24/01/2011 23:37:41 |
Belén |
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Queídísimo Carlos: En primer lugar gracias por tus artículos gastronómicos y sobre todo por hacernos conocer La Encina en Palencia con la encantadora Ciri y su portentosa tortilla de patata. Mi comentario de hoy es para decirte que creo que has empleado mal el verbo "adolecer", ya que su empleo es para decir que se tiene una "Cualidad" en negativo, por ejemplo: Esa mujer adolece de fealdad.
Creo que el significado que tú le das en tu artículo es el de "carecer".
Si estoy en lo cierto, creo que mo lo agradecerás, pues yo tenía el mismo error y cuando me lo advirtieron quedé encantada del aviso.
Imagino que a la hora que te escribo, estarás durmiendo para estar estupendo mañana en tu programa, pero cuando leas el "Emilio", si tienes tiempo me gustartía que me dieras tu opinión. Un abrazo de una fósfora: BELEN
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24/01/2011 22:24:25 |
Aitor |
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Querido Carlos, estoy fósssforo con lo que dices. Lo de Senén, lo del Txiki y la de tantas catedrales del buen yantar como el Marmita Co, La Cocina de Plágaro o el Toloño, son pequeños ejemplos de lo que nos aguarda en la capital de Euskadi.
Sin más, gracias por tus comentarios sobre nuestra ciudad. Como diría nuestro buen amigo Fidel Ramos, en la próxima cita por Vitoria te vienes al txoko de Zuazo a disfrutar de buena gastronomía.
Embajadores como tú son los que nos hacen grandes. MILA ESKER/MUCHAS GRACIAS
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Luis Recarte |
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He leido su articulo La tortilla de Senén y me parece bueno. Yo vivo en San Sebastian y como estoy seguro que conoce, en esta ciudad celebra anualmente un concurso de tortillas en el que el jurado se compone de los
mejores cocineros, como Martin Berasategui,Juan Mari Arzak,etc , concurso al que acostumbro a asistir. Digo esto para que vea que estoy interesado en la tortiila de patata, plato que consumo habitualmente,pues bien, una tortilla de patata, para mi sin igual la cocina Josefina en el restaurante Kasino de Lesaka, Navarra a quince kms de la fontera de Irun.A este restaurante no suele faltar nadie a comer de todos los lugares de España y sur de Francia y al que, si tiene ocasión está invitado. Luis Recarte Tlfno: 649477216
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