Los que voten que no al reparto de fondos Covid, en desacuerdo de cómo se reparten, se quedarán sin un euro y lo que les correspondiera se repartirá entre los que voten que sí
Las apuestas no admitían dudas: si los datos de la EPA denotan creación de empleo, Su Sanchidad sale de su agujero de bienestar para comparecer y contarnos un cuento. Sánchez sólo aparece cuando hay buenas noticias, cuando puede presumir de lo que ni siquiera es consecuencia de su trabajo, de lo que no es capaz de hacer o de lo que ni siquiera huele cómo se hace. Sánchez es un perfecto inútil que, si acaso, puede vestirse de Superman en despedidas de solteras, pero que no está capacitado para nada que no sea urdir estrategias baratas o malvender el patrimonio de los demás.
Hoy convoca Conferencia de Presidentes, un engendro hueco y aparatoso que solo sirve para que los que quieren significarse como comedores de rancho aparte extraigan pingües beneficios de su participación. Urkullu (hace pocos días anunció que multaría a los exaltadores del franquismo pero premiaría a los exaltadores de los asesinos de ETA, dejando una duda que me atormenta: si digo que el franquismo hizo pantanos y lo digo en Sevilla, ¿Urkullu puede multarme?) ha hecho ascos a acudir con los demás como suele hacer siempre, lo cual no deja de ser una forma de negocio: el bobo de Moncloa firma lo que sea con tal de lucir palmito y le cede lo que el vasco reclama. El catalán supremacista apellidado Aragonès dice que él no tiene nada que ver con los demás y hace que ministras y demás inútiles le rueguen su presencia, aunque sea para que ponga cara de asquito y se siente junto a Sánchez, al que mantiene en la Moncloa. Los demás van y, la verdad, no sé para qué.
Van y tendrán que escuchar el último timo de la Moncloa de Sanchinflas. Los que voten que no al reparto de fondos Covid, en desacuerdo de cómo se reparten y a quién benefician (que siempre son los mismos), se quedarán sin un euro y lo que les correspondiera se repartirá entre los que voten que sí. Es de desear que ese timo, esa estafa, no llegue a producirse, pero la intención está anunciada. Si el catalán y el vasco dicen que sí, por sí mismos o por persona intermedia, da igual que Ayuso o Moreno pongan el grito en el cielo, Supermán procederá, aunque luego hayan de actuar los Tribunales.
Por cierto, y hablando de todo, que hoy se me juntan las preguntas: ¿propondrá Puig, el valenciano, que los madrileños paguen más por ser de Madrid, tal como anunció hace pocos días? Habrá alguien, tal vez, que le baile el agua a esa estupidez, pero la presidenta madrileña podría sugerir que se grave a los valencianos con un impuesto por tener playa. Al fin y al cabo eso hace que su sector terciario obtenga no pocos beneficios. Si los madrileños han de pagar más por sufrir a la colección de inútiles que pueblan sus ministerios, los valencianos que paguen por lo que la naturaleza les ha brindado. Y así pueden echar la mañana en esa conferencia.