EL HERALDO DE ARAGÓN
Recibe el próximo jueves uno de los Premios HERALDO, con Luis Oro y –a título póstumo– el torero Víctor Barrio. Herrera ha iniciado una nueva aventura en la Cope y cultiva el ‘carpe diem’.
¿Qué le llevó al periodismo?
La fascinación de contar historias.
¿Y hacia la radio?
La radio me ha entusiasmado desde pequeño, es un milagro diario, es lo único que sé hacer. Es el medio perfecto para crear ambientes. Canalizo mejor las emociones que en televisión o en prensa. En la radio cada mañana doy lo mejor de mí.
Suele hablar con especial cariño del periodista Manuel Alcántara. ¿Qué le debe?
Habla de palabras mayores, es mi maestro. Manuel Alcántara es el más grande del periodismo nacional. Él me ha enseñado que la opinión es imprescindible para ejercer esta profesión. Es la mesura, la elegancia, la poesía...
Lleva muchos años. ¿Con qué ánimo encara un programa, qué desea transmitir?
Con el objetivo de seguir informando y entreteniendo a los oyentes. Me debo a ellos. En mi programa caben todos los invitados que quieran venir, no hay limitaciones ni cortapisas, salvo el respeto y la buena educación. Yo me dedico a trasladar a los oyentes lo que ocurre y lo hago con un ingrediente fundamental en esta profesión que es la emoción. Mantengo lo que he dicho en varias ocasiones: la radio es emoción, sin emoción no es radio. Y yo he venido a emocionar, otra cosa es que lo consiga.
¿Cuál es, en su oficio, la importancia del azar? A veces da la sensación de que se asoma y se convierte en el guionista inesperado.
En radio ocurre con mucha frecuencia. El azar pone patas arriba el guión que has elaborado y permite ofrecer al oyente la frescura, la inmediatez, la sorpresa, la creatividad, un montón de sensaciones que solo te permite la radio.
Usted siempre ha cuidado a los oyentes, a los que llama los ‘fósforos’. ¿Cómo es su oyente ideal?
Desde hace muchos años tengo la suerte de tener oyentes fieles que confían en mí, que me cuentan vivencias dolorosas o divertidas, que expresan sus sentimientos a través del contestador del programa. Aunque no los conozca personalmente, sé lo que les gusta y procuro dar satisfacción a mi clientela. Lo que intento es que pasen un buen rato conmigo y al mismo tiempo que se informen.
Una de sus características es el sentido del humor, la ironía, un cierto gusto por la guasa. ¿Qué le hace reír y qué le indigna?
Me hace reír la frescura de la gente sencilla y me indigna la injusticia.
¿En qué le cambió el paquete bomba que le mandó ETA?
A pesar de los años transcurridos, es una fecha que permanecerá para siempre en mi memoria porque volví a nacer. Sin duda, el día que ETA intentó acabar con mi persona no fue un día fácil, pero los terroristas no consiguieron amedrentarme ni hacerme callar.
¿Tiene el ciudadano Carlos Herrera una opinión acerca de lo que está ocurriendo?
El ciudadano está desencantado, llevamos meses viendo la misma película. Vivimos una época muy entretenida, llena de disparates, de tensión política y tensión social. Los partidos políticos son incapaces de desbloquear una situación que irremediablemente nos lleva a unas terceras elecciones y que causa auténtico hastío en una ciudadanía absolutamente harta de vivir en un país incapaz de hacer lo que han hecho en Europa.
HERALDO cumple 121 años. ¿Qué supone este premio para usted?
Es todo un honor para mí. Y recibirlo en este momento en el que acabamos de iniciar una nueva temporada radiofónica, supone una inyección muy importante de moral y de orgullo por el trabajo que realizamos cada día en Cope.
¿Qué le sugiere Aragón?
Aragón me sugiere sobre todo buena gente. Conozco bien esta tierra. Una comunidad llena de contrastes, con un patrimonio histórico-artístico riquísimo y una gastronomía de quitarse el sombrero. Y yo de eso sé un poco. Pero sobre todo me quedo con sus gentes. Gentes sencillas, trabajadoras y honestas que han sabido situar a esta región en el puesto que se merece.