El comunicador reflexiona sobre la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso y los siguientes pasos a seguir
COPE
Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
Bienvenidos a este último día de mayo a las 8 de la mañana, siete en Canarias. Ayer vivimos... y le voy a contar prácticamente palabra por palabra lo que le he contado a las seis. Ayer vivimos un día triste y descorazonador con la aprobación de una ley inmoral y corrupta. En una sesión parlamentaria en el Congreso perfectamente olvidable, pero que no se debe olvidar.
Ayer lo que se consumó fue un asalto. La mayoría de las cosas que se pueden decir de la ley de amnistía, se han dicho ya. Todo lo que hasta ahora se ha señalado y se ha venido diciendo en la confección, en los trámites de esta ley, vale para hoy. Que ya es una ley aprobada. Las más graves, que efectivamente es una ley que garantiza la impunidad a cambio de favores políticos, que permite que el legislativo invada el poder judicial. Pero es sobre todo un acto de corrupción política. Yo te perdono un delito y tú me votas. Bueno, ni siquiera te perdono. Hago que el Estado te perdone a ti, delincuente, que has querido destruir España.
Pero miren. Conviene no engañarse. Hay una parte considerable que les da exactamente igual. Si eso lo hubiesen visto los que han confeccionado la ley, no habría pasado o no lo habrían hecho. Sánchez no tuvo siquiera la vergüenza de asistir al debate. Y los que han arrancado esta ley ya han avisado que la próxima estación es el referéndum y un pacto fiscal. Ellos hablan de victoria. Después de ayer, queda algo más o menos claro. Si delinques, pero lo haces en nombre de Cataluña... aquí no ha pasado nada.
Ahora tiene que hablar la justicia y el votante. Yo no tengo mucha confianza en el segundo, pero no queda más remedio que tener confianza en la primera. La sociedad queda claramente dividida en dos y se resquebraja el régimen del 78 que es el sueño de muchos de los que se sientan en el Congreso. Y, además, cuando quieran, ya se inculpa. Y sin que el Código Penal contemplen los delitos, lo podrán volver a hacer.
¿Y con qué armas se va a defender el Estado? Es un atentado a la democracia española y perpetrado desde dentro. Perpetuarse en el poder comprando siete votos con la desigualdad ante la ley. Yo jamás creí que iba a ser testigo de una situación como esta, pero es que no conocíamos a Sánchez. Es capaz de cualquier infamia por seguir donde está. Han desautorizado el Poder Judicial. Vamos a ver si quedan jueces en el Supremo. Estoy convencido de que el Supremo tiene redactadas las cuestiones previas que elevará al Tribunal Superior de Justicia de la UE.
Un Estado, donde lo que le conviene a un político, permite anular la aplicación de las leyes...no es un Estado democrático. 30 de mayo del 2024. Anoten la fecha. El día en el que el mismo que, hace solamente un año, se presentó a unas elecciones asegurando que la amnistía era inconstitucional, que jamás la aplicaría, el mismo que apoyó el 155 para suspender la autonomía de la Generalidad de Cataluña, consiguió una apretada mayoría para crear españoles de dos categorías.
Hasta que no se publique en el BOE no se pueden presentar cuestiones prejudiciales. Eso no será hasta después del 9-J para que una paralización no estorbe en el final de la campaña. Estamos en manos del Supremo.... que es el único que puede hacer frente a este asalto a la democracia. Sánchez, como les decía, ni asistió al debate ni hizo uso de la palabra. Votó... y se fue. Y sabemos, además, que seguirá pagando lo que le pidan por seguir ahí. Como ha hecho hasta ahora.
Lo que en el 78 fue reconciliación y convivencia, ahora es una subversión por la permanencia de un traidor que no es una persona decente. Comparto la sensación de humillación y bochorno que sienten muchos de ustedes. El 9-J veremos cuántos lo sienten de verdad, porque...usted, ante lo que se ha vivido, puede manifestarse de muchas formas. Pero hay una forma práctica, que es votando. Veremos a cuántos no les importa que haya pasado lo que haya pasado. 9 de junio. No olvide la fecha.