COPE

"El acuerdo es lo más ambicioso que se ha hecho en cambio climático en el mundo. Es el primer acuerdo legalmente vinculante, universal, con reglas fuertes internas, con objetivos a largo plazo. Si a cualquiera de los que estábamos allí el primer día de la negociación, tras dos largas semanas nos hubieran dicho que se iba a conseguir, hubiéramos dicho que era imposible, porque las posiciones estaban muy enfrentadas". Así ha resumido en 'Herrera en COPE' el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, el acuerdo alcanzado en París en la cumbre del Cambio Climático tras dos semanas de reuniones.

Un acuerdo que para Cañete "es un instrumento útil", pero advierte que "el cambio climático no se arregla de un día para otro. Es un tarea de todo un siglo y hay que poner en marcha los mecanismos". "París lo que pone en marcha son los instrumentos, ahora hay que utilizarlos con voluntad política", ha insistido Cañete en los micrófonos de COPE.

Sobre el compromiso de acuerdo, donde se le dice a los países "deberían" y no "deberán", Cañete ha insistido en que "el acuerdo está lleno de elementos vinculantes y tiene la fuerza suficiente".

El comisario europeo que ha explicado que se trata de "un proceso muy complejo", ya que "cuando un país se compromete a un acuerdo, tiene que cambiar todo su sistema de producción de energía, y eso no se hace de la noche a la mañana". "Dejar los combustibles fósiles, el carbón, el petróleo y más adelante el gas para pasar a energías renovables es un proceso que requiere unos procesos transitorios razonables. Por eso la UE tiene objetivos a 2030, los tendrá a 2050 y los tendrá a 2100", ha relatado Cañete.

Respecto a la dificultad de las negociaciones, Arias Cañete ha contado que "cuando me aproximé a estas negociaciones tenía una idea muy clara: 'como se juntasen China, India y EE.UU, podíamos tener un acuerdo muy poco ambicioso'”. “Por eso, con mis amigos de las islas del Pacífico, pusimos en marcha la colación de la gran ambición que al principio éramos pocos, algunos países latinoamericanos y algunos países del Pacífico, pero luego empezaron sumarse más y EE.UU se tuvo que montar en nuestro barco. Y cuando ya vinieron Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda. Suiza y finalmente Brasil, éramos más y tirábamos del carro", ha contado.

"Tengo la tranquilidad de que la UE ha liderado este proceso y ha tirado del carro para conseguir un acuerdo ambicioso", ha expresado optimista el comisario europeo.

Por lo tanto, el de París es para Arias Cañete "un acuerdo muy importante", que, sin embargo, “hay que ir revisando periódicamente el nivel de ambición, porque con lo tenemos encima de la mesa, el mundo está en una senda de tres grados (de calentamiento global)”.

"Si no hubiéramos hecho nada, los países no hubieran puesto en marcha el compromiso de reducción de emisiones, estaríamos en una senda de 4,7 grados. Eso quiere decir que la desertificación es patente, las tormentas son salvajes, las inundaciones incontrolables, los fenómenos de deshielo hacen subir la temperatura del mar, sube el nivel del mar, las islas desaparecen. Los efectos son salvajes cuando la temperatura sube por encima de dos grados", expone Cañete. "Por eso el compromiso mundial es limitarla a dos o uno y medio, y para eso todos los países tienen que cambiar sus políticas de producción energética y la gestión de su masa forestal", aclara.

En cuanto al compromiso de los países más desarrollados, Arias Cañete ha apuntado que "los países que tenemos más tecnología, más capacidad financiera, tenemos el compromiso de suministrar 100.000 millones de dólares al año a los países más necesitados para hacer esa transición energética", pero “mosotros también tenemos que hacer transferencia de tecnología, hemos desarrollado las renovables y toda esa gran tecnología hay que ponerla a disposición del resto del mundo. En unos años estaremos produciendo con energía 100% renovable y podremos frenar el calentamiento global".

Que esto es un paso importante lo explica Cañete porque "cuando empecé con esto las pasaba canutas, aquí no vamos a quedarnos en nada, esto va a ser un fiasco. Llevamos desde 1992 intentándolo. Tuvimos un fracaso estrepitoso en Copenhague, y hemos tenido que negociar mucho para llegar hasta ahora".

"Ahora tenemos un buen instrumento, hace falta voluntad política, y eso es lo que tenemos que hacer todos los gobiernos", ha resumido el comisario europeo en los micrófonos de la Cadena COPE.