"Los eurobonos eliminarían el único mecanismo eficaz para disciplinar a los gobiernos" 

La crisis de la deuda se agrava. El enésimo rechazo público de Alemania a los eurobonos disparó ayer de nuevo los tipos de interés en Europa. La rentabilidad del bono español a 10 años, la excepción, cayó hasta el 6,627%, pero sigue en niveles de 1997. El Ibex, por su parte, perdió un 0,23% y se quedó a un paso del mínimo anual.

El incendio europeo se extiende a gran velocidad. Las llamas llegan ya a Alemania, país hasta hace poco considerado intocable, sin que la clase política europea logre aplacar el fuego. La barrera de contención no llega y ayer el rechazo frontal de Alemania a los eurobonos desestabilizó, una vez más, a los mercados.

Tras conocer la noticia, las Bolsas borraron las ganancias de la mañana y los costes de financiación se dispararon en toda Europa. El bono francés alcanzó el 3,72%, el austriaco repuntó al 3,791%; el holandés, al 2,715%; el belga alcanzó el 5,737% y el italiano se situó en el 7,107% aunque más grave fue ver el dos años en el 7,3%.

Incluso el bono alemán a 10 años repuntó al máximo del último mes al situarse en el 2,194% y llegó a superar al británico (2,16%), algo muy poco frecuente en los últimos años. Eso sí, el castigo más demoledor fue para la deuda portuguesa. El bono a 10 años se disparó un 0,9% hasta alcanzar el 12,2% después de que Fitch bajara el rating del país a bono basura. El bono griego, contagiado, repuntó el 0,83% hasta el 29,8%.

Quienes esperaran algún mensaje tranquilizador ayer se vieron muy decepcionados. El resultado de la reunión a tres bandas que mantuvieron el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel y el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti trajo pocas sorpresas positivas. Francia y Alemania anunciaron que darán prioridad a la reforma de los tratados y no a los eurobonos. Un mensaje y un cambio de postura de Francia, resignada ante Alemania, que sentaron mal en los mercados.

Las ganancias que acumulaban las Bolsas en los primeros compases del día, avivadas por la inesperada subida del índice de confianza del consumidor en Alemania en noviembre, no tardaron en desaparecer. El rojo se impuso en las principales plazas aunque los castigos, eso sí, resultaron moderados y oscilaron entre el -0,54% del Dax y el -0,01% del Cac. La Bolsa italiana, la excepción, subió el 0,03%.

El Ibex cayó un 0,23% tras llegar a ganar el 1,8% en el mejor momento de la sesión. Un castigo que situó el índice en los 7.721,8 puntos, a un paso del mínimo anual de septiembre de 7.640,7 puntos.

Merkel volvió a insistir en que los eurobonos "no son necesarios ni apropiados" para resolver los problemas de la eurozona. Una declaración que deja en entredicho todos los esfuerzos del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, que esta semana presentó sus nuevas propuestas legislativas para reforzar la coordinación económica de la zona euro, incluida la creación de eurobonos.

La canciller alemana hizo así caso omiso a todas las presiones que recibe tanto dentro de su país como fuera. Y es que en Alemania, tras el fracaso de la subasta a deuda 10 años celebrada el miércoles, crecen las presiones de analistas políticos, editorialistas e incluso la oposición alemana para que la canciller cambie de rumbo.

Alemania no es inmune a la crisis como se vio el miércoles cuando solo logró colocar el 61% de una emisión de bonos a 10 años por 6.000 millones. Al final vendió 3.644 millones y el resto se lo quedó el Bundesbank. El fracaso se debe en parte a la escasa rentabilidad relativa de los títulos pero también a la percepción de que en Europa ya no hay refugio seguro.