¿Juntó a muchas personas en función de qué?
En función de una reivindicación, que era la unidad de España y el respeto a la Constitución y el clamor para que el que está al frente del Gobierno, que es el que puede hacerlo, convoque elecciones.
La verdad es que el Gobierno, que se lo presumió el pasado jueves, llegó al viernes y perdiendo completamente la vergüenza, completamente la vergüenza, teatralizó una ruptura con los indepes en aquella pantomima después de verse pillado por la opinión pública.
Claro, la manifestación de ayer puede servir para que, incluso, Pedro Sánchez le diga a los independentistas: “Oye, ojo, cuidado que vienen estos tíos, eh. Que vienen estos que son del 155 y ya puedes aprobarme Presupuestos”. No lo descarten.
Miren, la concentración simbolizó varias cosas. Fundamentalmente, una: el rechazo a la política de esa calamidad que se llama Pedro Sánchez, que es capaz de sacrificar la España constitucional para seguir en el poder, lo cual, por cierto, es insostenible porque con un tipo que te da una carta con 21 puntos, como el que le dio Torra, 21 exigencias, y él guardó debidamente en lugar de haber rechazado, no se puede negociar.
Y aún así siguen negociando. No se crean ustedes lo que dijo Carmen Calvo y lo que diga cualquiera de los voceros de Sánchez, incluido el propio Sánchez, cuando hace de vocero de sí mismo. No haga caso cuando dicen que han roto negociaciones. No han roto. Continúan negociando porque le continúan pidiendo que presione a la Fiscalía para que rebaje las penas del juicio que va a comenzar mañana mismo. Y más cosas. Y los indultos si es necesario.
Por eso salió la gente a la Plaza de Colón, que ya sabemos que para el PSOE y para una serie de medios rastreros y subvencionados son franquistas, fachas, guerracivilistas... Bueno, el PSOE acaba de completar una campaña que lleva por título un eslogan que se llama “Yo no voy con el fascismo”. El PSOE, eh. Yo no voy con el fascismo.
Fíjense ustedes, que Pedro Sánchez decía que Torra era un fascista hace 4 días cuando todavía no era presidente del Gobierno. Entonces, claro, según ya sabe la teoría de la bilocación de Carmen Calvo, yo no voy con el fascismo, que es otra manera de insultar a los españoles que acudieron ayer a la concentración. Esa gente, por cierto, como dice un tweet de Rosa Díez, si tan ultra eran, ¿dónde están los contenedores quemados, los coches abollados, los cajeros reventados, las lunas de las de los comercios rotas? ¿Dónde están? Porque allí en un tiempo récord se vacío la plaza y allí no había pasado nada.
Era gente que quería elecciones, que es justo lo que este caradura prometió. Y este caradura tiene que decidir de qué lado está: o bien con la democracia, con la España constitucional, o con los independentistas que se quieren saltar la ley.
Y precisamente esos independentistas, los que se saltaron la ley, tienen que vérselas con un tribunal. Mañana comienza el juicio, que es un juicio, es un acto público, en el que se practican pruebas y en el que actúan las acusaciones, Fiscalía y la acusación que representa Vox, acusación no es monopolio en España del Ministerio Público, y los acusados con los defensores en un juicio que va a ser público, en el que va a comenzar primero con las cuestiones previas y después la fase de pruebas, testimonios, acusados, testigos -solo testigos hay 500-, peritos, pruebas documentales, luego las conclusiones definitivas y estará visto para sentencia. ¿Cuando? No lo sé.
Lo que se juzga es una estrategia de facturar el orden constitucional español con el fin de conseguir ilegalmente la independencia de Cataluña como una nueva república utilizando, además, fondos públicos. Y ahí, en el Supremo es donde está la clave de todo. Porque el Supremo condiciona el desarrollo del proceso, ese proceso irracional catalán queda condicionado por el Supremo. Pero es que ese proceso irracional catalán es el que hace que en negociaciones con Sánchez haya o no elecciones .
La Legislatura, en cualquier caso, está arruinada y “contri” más tarde, “contri” más tarde lo admitan, cuanto más tarden en admitirlo, peor nos va a ir a todos, sobre todo a él. Lo que pasa, que le vaya mal a él me parece que es bastante bueno para España.