"Bienvenido alcalde Ledesma, está en tierra colombiana. Siéntase a salvo"
Ledezma ha explicado que para “correr el riesgo de escapar” de Venezuela tuvo que desarrollar un plan “casi teatral” para el que se realizaron "ensayos" los días previos con gente de su confianza.
El político venezolano ha relatado que aprovechó para huir de su propia casa el momento del desayuno de los funcionarios que le estaban vigilando. Desde entonces Ledezma tenía 22 horas para pasar los 29 controles que le separaban de la frontera con Colombia. "Usaba una gorra, me quité las gafas y simulaba estar dormido sobre una almohada en la parte trasera del coche", ha explicado.
En todos esos controles, tan solo una vez le pideron el documento de identidad. "Mantuve una discusión con el policía diciéndole que me acababan de atracar, que me habían quitado el dinero y el móvil. Me vio tan alterado que me dejó ir", ha relatado.
Recuerda que uno de los momentos de mayor tensión lo vivió a escasos 14 metros de la frontera con Colombia, por donde a diario cruzan más de 30.000 personas. "Una señora me reconoció y gritó ¡Ledezma! Un guardia se dio cuenta de mi presencia, pero me hizo un guiño y me dijo que siguiera adelante". "Nada más cruzar la frontera un ciudadano colombiano me identificó y me dijo 'bienvenido alcalde Ledezma, está usted en tierra colombiana, siéntase a salvo'.
El ex alcalde de Caracas ha mostrado su agradecimiento a todas las personas que le acompañaron en su fuga porque “corrieron el riesgo conmigo. De haber sido capturados lo estarían pasando muy mal. Lamento la suerte que estén corriendo los funcionarios que me controlaban en mi secuestro, pero he de decir que no tienen que ver con mi fuga”.
Sobre las declaraciones de Nicolás Maduro después de saber que había escapado, llamándole 'vampiro' y amenazándole con que quedaba 'algo pendiente', Ledezma ha explicado que “lo que estaría pendiente sería ejecutarme. La razón por la que aceleramos la huida fue porque ya habían simulado un secuestro para hacerme desaparecer”.
Antonio Ledezma ha asegurado que luchará por la libertad de su país y ha afirmado que en el tiempo que ha pasado secuestrado “ningún militar me vio arrugarme. Uno tiene que espantar la melancolía cuando se vive un momento así”, ha concluido.
