COPE
Se va abriendo el Viernes Santo como una flor desangrada,
sobre El Baratillo caen tibios pétalos del alba,
y el sol que va tras la noche y es novio de la mañana,
besa la leva blancura graciosa de la espadaña de la capilla torera que se asoma a la Maestranza,
capilla del Baratillo,
la de la carita blanca, blanca de pureza niña,
niña de pureza casta y amarilla de tristeza de un lirio que se desmaya
el sol la besa y la besa,
el sol la abraza, y la abraza
mientras por el Arenal en pedestal de alpargatas meciéndola costaleros ceramistas de la gracia
va llegando al Baratillo la Esperanza de Triana
Dime señor que se dice,
dime señor que se hacen, de qué hablan
que caridad a flor torera se está deshaciendo en lágrimas
y Esperanza se deshace en una aurora de aguas,
guadalquiviris de penas por las mejillas bajan
y sus pañuelos de encaje mares de dolor empapan
¡Ay! la voz del capataz: ¿estáis puestos?
Llama, llama…
Ya música de martillo, música de yunque y fragua
un fanal de seda y flores levemente se levanta
¡Que no se la lleven!... ¡Noo!... está pidiendo su hermana
y así lo pide Piedad, así el Baratillo clama,
y asi lo pide Sevilla y así lo pide Triana
y lo pide el martinete que brota de la garganta
¡Déjala!, así… frente a frente
¡Déjala!, así, cara a cara
a esa Aurora trianera y a esa rosa sevillana
que llore Sevilla entera
junto al llanto de Triana