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Carlos Herrera  

 

COPE

Se va abriendo el Viernes Santo como una flor desangrada,

sobre El Baratillo caen tibios pétalos del alba,

 y el sol que va tras la noche y es novio de la mañana,

besa la leva blancura graciosa de la espadaña de la capilla torera que se asoma a la Maestranza,

capilla del Baratillo,

la de la carita blanca, blanca de pureza niña,

niña de pureza casta y amarilla de tristeza de un lirio que se desmaya

el sol la besa  y la besa,

el sol la abraza, y la abraza

mientras por el Arenal en pedestal de alpargatas meciéndola costaleros ceramistas de la gracia

va llegando al Baratillo la Esperanza de Triana

 

Dime señor que se dice,

dime señor que se hacen, de qué hablan

que caridad a flor torera se está deshaciendo en lágrimas

y Esperanza se deshace en una aurora de aguas,

guadalquiviris de penas por las mejillas bajan

y sus pañuelos de encaje mares de dolor empapan

 

¡Ay! la voz del capataz: ¿estáis puestos?

Llama, llama…

 

Ya música de martillo, música de yunque y fragua

un fanal de seda y flores levemente se levanta

 

¡Que no se la lleven!... ¡Noo!... está pidiendo su hermana

y así lo pide Piedad, así el Baratillo clama,

y asi lo pide Sevilla y así lo pide Triana

y lo pide el martinete que brota de la garganta

¡Déjala!, así… frente a frente

¡Déjala!, así, cara a cara

a esa Aurora trianera y a esa rosa sevillana

que llore Sevilla entera

junto al llanto de Triana