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El enviado especial a la capital de Ucrania advierte que "Rusia tiene poder militar para hacerse con ciudades como Jersón, pero no conquistar a los ucranianos"

27 largos días se cumplen ya de la invasión de Ucrania. En Kiev han decretado el segundo toque de queda en dos semanas, porque prevén horas de duro bombardeo. En la capital de Ucrania está el enviado especial Mikel Ayestarán quien ha advertido además que la ciudad se ha congelado ante el “temor de que pudieran entrar colaboradores de Rusia y crear problemas desde dentro".

Mariúpol entretanto sigue resistiendo “es la zona cero en esta guerra, con imágenes apocalípticas, las tropas chechenas son las que están en primera línea de combate por parte del ejército ruso y están destrozando calle a calle y casa a casa".

Por desgracia ha advertido “estamos bastante ciegos dentro de esa ciudad porque los únicos dos periodistas que había hasta ahora de la agencia Ap han logrado salir. Recomiendo leer la crónica de sus días de trabajo y de como han salido de allí teniendo que superar hasta quince puestos de control rusos escondidos con una familia”.

Entretanto en la ciudad de Jersón, ya bajo dominio ruso, hay manifestaciones diarias de jubilados, madres y jóvenes que protestan para decir a las fuerzas invasoras que se vayan y que "se disuelven con tiros de momento al aire”. "Rusia tiene poder militar para hacerse con ciudades como Jersón, puede imponer la ley militar pero no conquistar a los ucranianos, ese es el mensaje que repite Zelenski en sus entrevistas y es algo que el propio Putin no esperaba sobre todo en zonas rusófonas".

EL CEMENTERIO DE KIEV

Impacta, reconoce Ayestaran el cementerio de Kiev, el más grande de la ciudad, que data del siglo XIX. “Hay una llegada constante de furgonetas con cuerpos para ser cremados".

Además tiene tres capillas donde ahora se hacen "despedidas exprés” como la de Igor, un combatiente de 51 años caído en combate. “Su madre estaba rota y susurrándole al oído como intentado despertarle, es algo muy duro”.

El sacerdote “nos decía que dentro de esa dureza Igor había sido afortunado porque en este cementerio hay cientos de urnas con las cenizas de cuerpos incinerados que sus familiares aún no han venido a recoger”.

CLÍNICA BÚNKER

Ucrania es una de las grades potencias en este sector de la gestación subrogada y Ayestaran ha podido comprobar también en primera persona el trabajo en una clínica búnker de vientres de alquiler. “Vi 17 niños nacidos en las últimas semanas esperando la llegada de sus padres extranjeros, ese búnker con 17 bebés era vida cuando fuera hay tanta destrucción”.

En la puerta del centro Mikel pudo conocer a un matrimonio argentino, que logró entrar a Kiev para asistir al nacimiento de su hija Lola, previsto para el próximo día 24. “Han superado todos los problemas de entrar en un país en guerra".

Por último Ayestaran considera “escandalosas” la cifra de bajas entre las filas rusas que sitúan en casi 10.000 los soldados muertos en tres semanas de guerra. “Los estrategas dicen que Putin han planteado una guerra del siglo XX en pleno siglo XXI. Los tanques avanzan sin apenas cobertura, sufriendo emboscadas diarias o cortes en el suministro, es un desgaste muy fuerte para el ejército ruso, de hecho están recurriendo a mercenarios de todo tipo para intentar mantener sus líneas”.