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Todos los martes en el Pequeño Teatro Gran Vía hace reír con su espectáculo "No cabe un tonto más"
Él quería ser payaso. Su ídolo era Fofó, y cuenta que cada tarde que lo veía en televisión, se disfrazaba de él. En el colegio Menesiano de Madrid, se metió en el grupo de teatro, del que acababa de salir Juan Echanove. Se enganchó tanto, que para entrar en el teatro Alcalá de Madrid se tuvo que disfrazar de mayor porque tenía 14 años y la entrada estaba prohibida a menores de 16.
Mientras estudiaba periodismo y trabajaba en la radio, se ganaba la vida como caricaturista y con pequeñas actuaciones en pubs y discotecas. Faltaba poco para dar el salto a la tele, jugando a ser otro. Desde ese momento no ha dejado de trabajar haciendo lo que más le gusta, crear personajes, parodiar, hacer reír a la gente. Dice que cuando se levanta el telón, ahí es cuando vuelve a ser Fofó.
Estrenó "No cabe un tonto más para mes y pico, y al final prorrogó 7 meses, y ahora vuelve con una segunda temporada hasta abril. En esta nueva, incorpora personajes nuevos que interactúan con los anteriores: "Por ejemplo Carlos, tu entrevistas a Greta Tunberg", o incorpora a Juan Carmona de Los Chunguitos, con bromas del día a día, música y monólogos que hacen del espectáculo, una risa continua.
Hasta 25 personajes imita Quero, pero asegura que "no soy imitador, soy un parodiador". Y si se le resiste alguno, "son los que tienen tonos más agudos, me cuestan bastante". La risa está asegurada porque además destaca Carlos Herrera que el humor de Quero no ofende, "cuando imitas a alguien le estás dando prestigio". Para él no tendría sentido hacerlo de otra manera que desde el respeto, porque "provocar risa para ofender es como mendigar la risa". Por eso, todas las personas imitadas le dan un feedback positivo, "se lo toman bien y alguno incluso me da las gracias".
Pequeño Teatro Gran Vía · C/ Gran Vía, 66 - Madrid