La historia del día en 'Herrera en COPE' 

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François Graftieaux es un hotelero francés de 73 años que está convencido de su ascendencia real. Asegura que es nieto ilegítimo de Eduardo VIII que, según él, mantuvo una relación con su abuela, una costurera francesa.

Su intención en estos últimos años ha sido conseguir una muestra de ADN de la Reina de Inglaterra. Ya lo ha pedido en dos ocasiones y acaba de hacerlo por tercera vez. 

Según este hostelero, Eduardo VIII, siendo Príncipe de Gales, visitó París después del comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Él y su abuela debieron conocerse en Luna Mark, un parque de atracciones a las afueras de la capital y, al parecer, mantuvieron una relación amorosa.

Ella se quedó embarazada y el heredero a la corona dio por terminada la relación, según cuenta François en el libro “El hombre que debería haber sido rey”.

Los últimos 15 años, los ha dedicado a indagar sobre Eduardo VIII, obligado a abdicar al casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

Para ello fue vital descubrir que su abuela no había declarado el nombre del padre en el certificado de nacimiento del niño y después de que una amiga le preguntara por su parecido con el duque de Windsor, título que Eduardo recibió tras perder la corona.

Cuenta que cuando él nació, su madre recibió un misterioso regalo: un brazalete de diamantes, de Van Cleef y Arpels, diseñado, precisamente, por el duque de Windsor.

Esta es la 'Historia del día' en 'Herrera en COPE'.