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En su inspiración, siempre está la figura de David Copperfield: “ha hecho que la magia mole, que sea un espectáculo a la altura de los Beatles o Beyonce"

El escéptico es cada día más, el espectador favorito de Antonio Díaz, el Mago Pop. Porque él promete que "Nada es Imposible”. Mientras vuela, hace desaparecer una carta o teletransporta a alguien del público, siempre hay alguien que entre aplausos, intenta teorizar sobre dónde estará el truco.

Y el truco es sencillo: “Si uno piensa que nada es imposible, realmente será así”. El espectáculo del Mago Pop, que sigue triunfando una temporada más en el Rialto de Madrid, tiene otro secreto: nos hace creer. Será la música, será la ilusión, será el humor o será la historia de un niño, que somos todos. Que quisieron ser astronautas, o magos, y nadie pensaba que les pagarían por ello.

El público termina en pie. Unos felices, otros descolocados, y a Antonio es lo que más le divierte: “Cada vez me gusta más el desafío de ese espectador que te mira como diciendo, te voy a pillar. Eso nos anima a buscar ilusiones todavía más imposibles.”

En su inspiración, siempre está la figura de David Copperfield: “ha hecho que la magia mole, que sea un espectáculo a la altura de los Beatles o Beyonce”. También recuerda a René Lavand, “un genio muy distinto a los demás, enfocado en la literatura y la emoción”.

Con su espectáculo, Díaz siente que no ha tocado techo todavía “se puede llegar más lejos”, porque la emoción ni se toca, si se saborea, ni se escucha, por eso, quién sabe hasta dónde pueda llegar.