COPE

Josep Piqué, exministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno de José María Aznar y autor del libro “El mundo que nos viene”, ha sido entrevistado este jueves en 'Herrera en Cope' a propósito de la publicación de la obra, que hace un análisis sobre la evolución de las relaciones internacionales. “Hace años que estoy diciendo que la visión de nuestros mapamundi respondiendo a una concepción eurocéntrica es obsoleta. Es mucho más ajustado decir que ese centro de gravedad va a estar en el Estrecho de Malaca porque es la conexión entre el Pacífico y el Índico, que es donde está el porcentaje más importante de la población mundial y de la riqueza”, ha reflexionado.

A este respecto, Piqué ha señalado que “Estados Unidos va a seguir siendo una gran potencia”, sobre todo desde el punto de vista militar, si bien China le va a disputar la hegemonía a nivel global a mediados de este siglo. Asimismo, ha dicho que otros países como “Rusia, Turquía, Irán o India están llamados a tener un gran protagonismo” en el nuevo contexto geopolítico.

Precisamente, sobre Rusia ha manifestado que “ha perdido la fuerza ideológica pero quiere recuperar una parte de su papel, el que tuvo en la época de los zares”. Y aunque a su juicio “no tiene capacidad para ser una potencia global, sí quiere serlo. Vamos a ver lo que sale de eso”, ha señalado.

Preguntado por el Brexit, el exministro ha dicho que “Reino Unido ya ha languidecido hace mucho tiempo” debido a la Primera Guerra Mundial o al proceso de descolonización después de la Segunda Guerra Mundial. “El Reino Unido ha dado un nuevo paso para atrás porque se ha desentendido de un proceso de integración global como es la Unión Europea”, ha explicado.

Piqué también se ha pronunciado sobre España. Ha dicho que la evolución demográfica “es una bomba de relojería de la que no estamos muy conscientes” y que viene acompañada de otro ”problema muy serio” que es “el futuro de Europa como proyecto político”. “Hay que elevar la mirada y superar acontecimientos como la crisis económica o el tema de Cataluña” para salir adelante. En este sentido, ha insistido en que eso solo se hace desde la Unión Europea, por lo que hay que apoyar propuestas "como las de Macron”.

A su juicio, en España habrá un “gobierno de coalición” porque el escenario político que se ha abierto “nos lleva a plantearlos”. Según ha concluido, cualquier combinación entre el PP, PSOE y CS lo deja “razonablemente tranquilo”.

En esta segunda década del siglo XXI están cambiando muchas cosas en un sentido en el que no lo esperábamos. El retorno de los populismos de diferente trazo está abriendo algunos caminos que recuerdan mucho al periodo de entreguerras del siglo pasado y que plantean bastantes interrogantes acerca de lo que está por venir.

Donald Trump es un presidente singular, capaz de invertir el modelo diplomático de los Estados Unidos. El periodo de integración europea, que durante décadas supuso un impulso de paz y de bienestar en el continente, se ha comenzado a fracturar, principalmente con la salida del Reino Unido. Los nacionalismos de las naciones con estado ha renacido, resaltando identidades que en pleno siglo de la globalización parecen mucho más líquidas de lo que se afirma; pero han renacido también muy enconadamente los nacionalismos de algunos territorios sin estado, lo que aumenta la fragmentareidad.

La xenofobia y la tentación autárquica han vuelto a las ciudades de Europa, olvidadas ya en alguna medida de lo que supuso en su historia. La crisis económica de 2008 ha aumentado las desigualdades sociales, con efectos todavía impredecibles en el marco político.