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El exsecretario de Estado de Seguridad ha dicho que tiene el deseo de que se cierre el capítulo de ETA y de que la sociedad mantenga viva la llama de la preocupación

Rafael Vera, exsecretario de Estado de Seguridad con Felipe González, no tiene “la absoluta seguridad” de que ETA se haya disuelto definitivamente. A su juicio, “es posible que haya algún grupo descolgado”. Sería el caso de ATA, los disidentes que se oponen al final de la banda. Por eso, ha afirmado que “en líneas generales” ETA “desaparece, pero hay algunos que quedarán con actividad encubierta”.

Según ha señalado este viernes en 'Herrera en Cope', lo que más le preocupa es que esto “coincida con el proceso catalán” y que “un sector minoritario de la vida política vasca” quiera pasar página”arrastrando a todo lo demás”. Ese mismo sector que también “critica el esfuerzo que se hizo en la transición”.

Junto a estas dos preocupaciones, Vera ha puesto el foco de atención en que “no se olvide” la actividad terrorista de la banda ni a las víctimas, especialmente los cerca de 300 crímenes que están sin esclarecer. “Lo que tienen que reconocer explícitamente es que hicieron mucho daño a la sociedad”.

Además, Vera no se cree que ETA “haya entregado todos los arsenales que tiene”. En España dispone de zulos que no han situado ni lo harán porque es donde “están las armas que han utilizado para cometer atentados”, ha dicho.

Preguntado por si el etarra jefe Josu Ternera, que fue diputado vasco, pasó a la clandestinidad para “echar el cierre de ETA”, como señalan algunas voces, el exsecretario de Estado ha afirmado que si “tuviese esa intención, lo podría haber hecho hace mucho tiempo” ya que “se les dio ocasión y decidieron que no”. En este sentido, ha explicado que por entonces Herri Batasuna “tenia una influencia notable en la banda” ya que “los que la dirigían en la sombra eran los batasunos”.

Asimismo, Rafael Vera ha explicado que sufre insomnio crónico porque cuando estaba en el cargo tenía 5 teléfonos en su mesilla de noche, 3 conectados con el Ministerio de Interior, 1 con Moncloa y otro con Zarzuela. En los años 80 “no había manera de dormir entre las 12 de la noche y las 07:00 de la mañana” porque constantemente sonaban “y nunca era para dar buenas noticias. Eran bombas, secuestros, asesinatos... Eran aquellas noches que teníamos granadas disparadas contra acuartelamientos donde vivían familias enteras: mujeres, niños...”, ha señalado. Del mismo modo, ha recordado como inicialmente Francia se mostraba “reticente” a la entrega de los terroristas, a quienes concedía el estatus de refugiado político.

Rafael Vera ha negado que el terrorismo de ETA se pueda asemejar con los GAL. Según ha señalado, “hay sectores políticos que colocan al lado de la actividad de ETA, la actividad de la guerra sucia”, pero “es incomparable porque “ellos eran los que venían a matarnos y nosotros éramos los que nos defendíamos”.