COPE

El comunicador se posiciona con una audiencia de 2.174.000 oyentes, lo que supone un crecimiento del 2%

Carlos Herrera lo ha vuelto a hacer. El comunicador consolida su liderazgo en las mañanas de la radio española. La primera Ola del Estudio General de Medios (EGM) de 2018 supone un nuevo récord histórico de audiencia para el comunicador, que logra 2.174.000 oyentes. Estos datos reflejan un crecimiento del 2% con respecto a la ola anterior y del 7% en relación con el año pasado.

Los resultados no son casuales, sino fruto de su profesional forma de hacer periodismo, fiel a la actualidad y cercana al oyente. Su voz es el sonido de las mañanas para millones de españoles, que lo eligen día tras día para estar informados, pero también para disfrutar de los momentos más distendidos de las primeras horas de la jornada.

Con un elenco de colaboradores de primer nivel, Herrera rompe el audímetro después de que en la 3ª Ola del EGM 2015 –tras su estreno en Cope-, consiguiera incrementar la audiencia en un millón de oyentes, un hecho insólito en la radio española. Meses después, en la 1ª Ola del EGM 2017, el comunicador confirmaba su crecimiento y conseguía el récord del prime time de las mañana con 2.034.000 oyentes. Unas cifras ampliamente superadas en la 3ª Ola de EGM de 2017, con las que logró cerrar el año aumentando el número de oyentes hasta situarse en 2.132.000. Ahora, los resultados de la 1ª Ola del EGM de 2018 suponen un nuevo récord de audiencia para el comunicador.

Los datos, conocidos este miércoles, ponen de manifiesto el buen hacer de Carlos Herrera que, al menos, continuará en Cope, la que es su casa, durante otras tres temporadas, hasta 2021.

Durante estos meses, han sido varios los hitos informativos de los que Herrera ha informado a los oyentes, como el atolladero político en el que se encuentra Cataluña o “la matraca catalana”, como él mismo la denomina en su monólogo diario. No en vano, desde la constitución del Parlamento el pasado 17 de enero el Gobierno de la Generalidad sigue sin presidente fruto de la negativa de las fuerzas independentistas a optar por un líder no procesado por los delitos de rebelión y sedición.

Su defensa de la unidad territorial sin paliativos y el respeto a las decisiones judiciales nacionales es de sobra conocida, máxime teniendo en cuenta la resolución del tribunal regional suizo que rechazó la entrega del expresidente Carles Puigdemont contraviniendo la petición del Tribunal Supremo, la máxima instancia de las jurisdicción ordinaria española.

Pero también su alegato a favor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como está sucediendo estos días con los agresores de Alsasua, acusados de terrorismo por propinarle una paliza a dos guardias civiles y a sus parejas por el simple hecho de serlo.

Carlos Herrera y su espacio radiofónico encarnan los valores de la sociedad democrática española, de la defensa de la libertad y la justicia. Y ello no es ajeno a los oyentes, que lo premian día tras días por su profesionalidad y rigor informativo.