COPE

Gary Bedell, diplomático y responsable de la seguridad de Nelson Mandela, ha sido entrevistado este lunes en ‘Herrera en Cope’ coincidiendo con el fallecimiento de la activista sudafricana Winnie Mandela, la segunda mujer “Madiba”, que ha muerto este lunes a la edad de 81 años después de sufrir una larga enfermedad.

Bedell, que fue enviado de Canadá a Sudáfrica porque así se lo pidió Nelson Mandela, ha confesado que el expresidente le dijo que había aguantado “el calvario” de la cárcel pensando en dos cosas: “primero, en la justicia de su causa; y después, en su amor por Winnie”.

“El salió después de 27 años con muchas ganas de recuperar su matrimonio”, ha dicho, si bien ha cuestionado que Winnie tuviera “las mismas ganas”. Aún así, ha afirmado que “ambos se necesitaban mutuamente”.

“Era una época muy complicada” porque Nelson Mandela no era “presidente todavía e intentaba arrastrar a su partido y a los blancos a negociar un futuro parta Sudáfrica”, ha señalado. No obstante, la adicción de Winnie a unas “pastillas” para soportar el dolor provocado por una agresión de la policía y la “mezcla de las mismas con alcohol” acabaron por frustrar su matrimonio.

“Su casa era un hervidero de gente de todo el mundo y tener a Winnie borracha no era lo más adecuado”, ha afirmado Bedell, que ha señalado que la diplomacia le recomendó a Mandela poner fin a la unión. Además, ha señalado que ella tuvo una relación extramarital con “un abogado más joven, lo que colmó el vaso”. De hecho, ha afirmado que en los años 90 llegó a ser "la mujer más odiada del mundo".

Bedell ha confesado que en 2011 la misma Winnie le pidió a él matrimonio. “No puedes imaginar mi sorpresa. Yo pensaba que me conocía lo suficiente para saber que una relación conmigo no iba a tener futuro”, ha explicado el diplomático. “Nunca me volvió a dirigir la palabra. Incluso en el funeral de Nelson no quiso verme”, ha concluido. 

Nelson Mandela, Gary Bedell y Winnie Mandela