COPE

El exportavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela,  ha sido entrevistado a propósito de la publicación de su libro “Empantanados”, en el que analiza la situación política de la comunidad y propone una serie de “microsoluciones” para salvar el escollo que atraviesa el Estado 

Sin ley no hay solución, solo con ley tampoco. La política es imprescindible”. Esta es la receta de Joan Coscubiela, exportavoz de la coalición Catalunya Sí que es Pot en el Parlamento catalán (2015-2017), para salvar la crisis territorial que atraviesa España.

El parlamentario que el pasado 7 de septiembre levantó a diputados de CS, PSOE y PP de sus bancadas por su oposición al secesionismo ha sido entrevistado este jueves en ‘Herrera en COPE’ a propósito de la publicación de su libro “Empantanados”, en el que analiza la situación política de Cataluña y propone una serie de “microsoluciones” que, a su juicio, es necesario adoptar para solucionar el escollo que atraviesa el Estado.

Coscubiela se ha opuesto a considerar como delito de rebelión la declaración unilateral de independencia del pasado 27 de octubre que finalizó con la pretendida segregación de la comunidad del resto de España. “Si hubiera un golpe de Estado tipo 23-F o 18 de julio del 36, ¿penalmente cómo se le llamaría a eso? Es evidente que no son lo mismo”, ha manifestado. Además, ha señalado que la situación de prisión provisional en la que se encuentran determinados líderes independentistas, como Junqueras o “los Jordis”, “es una barbaridad”.

A este respecto, ha manifestado que no se atreve a hacer predicciones sobre su horizonte penal porque como no le cabe “en la cabeza que puede haber una condena”, prefiere no anticiparse, “pero habrá que resolverlo políticamente”. Según ha dicho, la actuación de los tribunales, y más concretamente del Tribunal Constitucional, para paralizar el pulso separatista ha sido “un atropello”.

“Las togas tienen su lógica, pero en estos momentos es un obstáculo para canalizar lo que en su momento se tuvo que canalizar a través de la política”, ha señalado, responsabilizando así al Gobierno de Mariano Rajoy de la actual crisis territorial. “El 8 de abril de 2014 defendí una propuesta para hacer un referéndum consultivo y pactado convocado por el Estado” y “Rajoy lo rechazó todo porque pensó que su técnica de dejar cocer los problemas lo solucionaría por sí solo”.

Sí ha criticado las dos presidencias que proponía Oriol Junqueras para Cataluña, una ejecutiva y otra simbólica desde Bruselas. “Hay que resolver esta esperpéntica propuesta de tener dos presidentes, uno aparcero –que cuida las tierras de otro- y otro jarrón chino. Es una barbaridad”.

A su juicio, las “microsoluciones” que permitirían desenrocar la situación en la que se encuentra Cataluña pasan por “el comportamiento de los tribunales” y que “los medios de comunicación ayuden; que dejen de ser fábricas de hooligans y sean creadores de conciencia crítica”, ha manifestado.

«¡Estoy dispuesto a partirme la cara para que ustedes voten sobre la independencia de Cataluña, pero no si pisan los derechos de los diputados!»

El 7 de septiembre de 2017 la voz de Joan Coscubiela resonó con fuerza en el Parlament de Cataluña. Denunciaba los procedimientos empleados por las fuerzas independentistas para aprobar el marco legal del referéndum del 1 de octubre. Diputados del PP y de Ciudadanos se levantaron para aplaudirle. Algunos de los miembros de su propio partido, Catalunya Sí Que Es Pot, en cambio, no.

La intervención de Coscubiela alienta este libro, en el que el diputado reivindica el valor de dudar. Es un intento de explicar que está pasando en Cataluña y en España. Si lo que pasa es un proceso único en Europa y en el mundo o tiene elementos comunes en otros lugares. Es también un intento de dar voz a muchas personas silenciadas, de animarlas a salir del armario y sentirse orgullosas de ser equidistantes y, sobre todo, de que se sientan representadas, menos huérfanas de la política.

¿Cómo recuperar soberanía política para la ciudadanía? ¿Puede ser Europa la solución? Parece que nadie contempla que la evolución puede ser a medio plazo el empantanamiento.

No aparece en nuestras mentes por el miedo al vacío que produce en los humanos no tener respuestas ciertas y cerradas. Pero a corto y medio plazo, sostiene Coscubiela, puede ser perfectamente la evolución natural del conflicto.