COPE
La entrada en prisión del exvicepresidente catalán y otros ocho exconsejeros, en el editorial de Carlos Herrera
“Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
Es viernes 3 de noviembre. Aquí algunas lluvias entrando por el oeste hacia el centro de la Península para conformar este tiempo otoñal.
Si esto fuera una montaña rusa, ahora el coche en que viajamos vuelve a estar arriba otra vez. Es verdad que veníamos de abajo, confortablemente a cuenta de la intervención del Gobierno central con el artículo 155.
El encarcelamiento de Junqueras y ocho exconsejeros del Gobierno catalán ha hecho que volvamos a estar arriba. Es lo que tienen los Estados de derecho. Si quieren comparamos con otros países y vemos qué hubiera ocurrido si hubieran cometido delitos de rebelión, sedición y malversación. Que hay a veces decisiones que perjudican el desarrollo político de las cosas es evidente, pero los carriles son independientes. En uno viaja la política y en otro la justicia, que actúa de forma independiente.
“El miedo no puede condicionar la aplicación de las leyes”
Ayer, la jueza Lamela encarceló en contra de lo que hizo el Tribunal Supremo, que le dio una semana más para los encausados al Gobierno catalán, además con el relato de los hechos de extrema gravedad con el riesgo de fuga, que es lo que ha hecho Puigdemont y cuatro más.
Como si Puigdemont hubiera metido en la cárcel a sus compañeros. ¿Esto une al independentismo? Es evidente. ¿Esto le hacen un gran favor e incendia una cierta paz social de los últimos días? Es evidente. ¿Es una decisión excesiva? Para muchos sí. Y vemos si el caso se lo lleva el Tribunal Supremo. La Fiscalía ha acusado a ambos lugares y han actuado de forma distinta.
“La decisión de la jueza crea un destrozo”
No son presos políticos como dicen todos estos. Eso sí, son políticos presos, son golpistas. No es Rajoy quien escribe los autos. No puede un Gobierno condicionar la decisión judicial. La inoportunidad o no , electoralmente hablando, es discutible, y también la decisión de la juez. Pero no se puede adaptar la ley a los proceso jurídicos.
Se entiende la inquietud y la comparto. Pero los responsables de la decision de al justicia son los que han desafiado la ley, no van a kla carcal por ser indpendentistas sino por la extrema gravedad de sus delitos.
Habrá quien experimente temor a que se desmorone una cierta tranquilad por la aplicación del 155, pero el miedo no puede condicionar la aplicación de las leyes, seguramente era evitable este incendio.
"Todo lo que arregla la política lo rompe la justicia"
La juez Lamela podría haber evitado esta decisión y decirles, 'oye tómense una semana'. Pero esto hubiera retrasado una semana la decisión. Esta decisión que estoy convencido que no le ha gustado nada al Gobierno de Rajoy y los que están encarrilando una cierta paz. La decisión de la juez Lamela crea un destrozo, todo lo que arregla la política lo rompe la justicia.
Habrá quien experimente temor a que se desmorone una cierta tranquilad por la aplicación del 155, pero el miedo no puede condicionar la aplicación de las leyes, seguramente era evitable este incendio.
La juez Lamela podría haber evitado esta decisión y decirles, 'oye tómense una semana'. Pero esto hubiera retrasado una semana la decisión. Esta decisión que estoy convencido que no le ha gustado nada al Gobierno de Rajoy y los que están encarrilando una cierta paz. La decisión de la juez Lamela crea un destrozo, todo lo que arregla la política lo rompe la justicia.
Estas personas tenían que ir a la cárcel antes o después, con el código en la mano es evidentemente, sí. ¿Era el mejor momento ahora? Seguramente no. Vamos a ver de qué forma esta situación puede encausarse. Junqueras y otros ocho exconsejeros están en prisión. Y también Santi Vila, pero con fianza porque dimitió cinco minutos antes. Santi no deja de ser independentista pero entiende que los caminos deben de ser otros.
El Tribunal Constitucional les dijo que si quieren, tienen un camino y convencer a la mayoría en el Congreso, pero no les salió. El auto de la juez dice que hay riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. La organización fue meditada y preparada durante dos años. Se valieron de la población con actos de insurrección públicas. Mientras, Puigdemont sigue tomando café. Esta es al situación y ahora analizamos todo lo demás”.