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Luis Piedrahita, 'Premio Nobel de la magia' de la Academia de las Artes mágicas de Hollywood, presenta ahora el libro "Cambiando muy poco algo pasa de estar bien ESCRITO a estar mal ESCROTO" y la segunda temporada de su exitoso 'show' 'Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas' 

La profesión de Luis Piedrahita es la de ilusionarnos, no se conforma con que las palabras le vengan dadas e inventa más. La Academia de las Artes mágicas de Hollywood le ha concedido el 'Premio Nobel de la magia', un galardón que en España también tiene Juan Tamariz. “Es mucha emoción porque me meten en la lista de los señores cuyos libros yo he estudiado”, ha afirmado en 'Herrera en COPE'.

Asegura Piedrahita que los libros de magia solo los compran los magos porque si lo hiciera otra persona, "no los entendería. "Sería como comprarse un manual de Derecho, le va a llevar a la decepción. Los libros de magia describen la parte técnica que es la menos interesante. De ahí a poder hacerlo hay un paso”.

"Los libros de magia solo los compran los magos porque si lo hiciera otra persona, no los entendería"

Luis Piedrahita presenta la segunda temporada de su espectáculo “Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas'. “Las amígdalas son la parte del cuerpo que más enseña uno cuando ríe. Desde el escenario veo un jardín de amígdalas húmedas y rosadas cuando la gente se ve poseída por un ataque de risa y considero que son mías”, bromea.

Además el próximo día 5 de octubre sale a la venta uno de sus libros “Cambiando muy poco algo pasa de estar bien escrito a estar mal escroto'. “Recojo palabras que son casi chistes, juego a buscar situaciones reconocibles pero que no tengan una palabra que les de nombre por ejemplo no existe una palabra que de nombre a la gotita de baba que cuelga cuando dormimos la siesta. Yo propongo 'salivachuelo'. Y como esas se recogen hasta 300 como el 'alteregofílico', el narciso del gimnasio que se dedica a levantar pesas mirándose al espejo o los 'almoruuners', esos corredores pesados que te cuentan sus logros.

Piedrahita trabaja en un número de ilusionismo que estará listo en 2 o 3 años. “Mi idea es hacer la magia mas honesta posible. Si hago desaparecer una moneda completamente desnudo, sorprendo mas. No hablo de estar en pelotas, pero por ahí van los tiros”, ha adelantado.

"Cambiando muy poco algo pasa de estar bien ESCRITO a estar mal ESCROTO"

Estreteñimiento, tontosterona y otras 200 palabras que no existían pero buena falta que hacía.

"Abuelantamiento", dícese de la acción y efecto de abuelantar, de ganar la posición a dos damas añejas que obstruyen la vía pública y nos impiden avanzar a buen ritmo por la acera.

"Plastafari", adjetivo; persona que se vuelve cargante, repetitiva y fastidiosa bajo los efectos del cannabis. Fumador agotador e infatigable que tanto consume como te consume.

Con su nuevo libro, Luis Piedrahita se ha propuesto llenar ese hueco que deja la Academia y poner nombre a todas esas actitudes cotidianas que forman parte de nuestro día a día y que, por alguna extraña razón, seguían aún sin una palabra que las definiera. ¿Cómo nombrar a esa gente que es guapa de lejos y fea de cerca? ¿Qué nombre darle a los utensilios inútiles? ¿Qué palabra ponerle a ese mendigar wifi tan típico hoy en bares y aeropuertos?

Masquimonio, cataculpa, atraparcar… Más de doscientas nuevas palabras que buscan hacerse un hueco en el diccionario a codazos, pero que, de no conseguirlo, servirán al menos para hacernos reír y pasar un buen rato.