COPE

“Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

Espero que ustedes estén muy bien, al recibo de la presente. Quedan 350 días para el Domingo de Ramos. En la pizarra del bar 'La Fresquita' de Sevilla, ya se ha cambiado el número. Todos los días apuntan los que quedan, así que ya ha pasado el Domingo de Ramos, y para el siguiente toca esperar 350 días. Esto es tranquilidad y echar a contar. Ya saben que el tiempo pasa mucho más rápido de lo que parece.

Es 10 de abril y ya nos hemos metido en la segunda parte de las cuatro que configuran este año. Con un día y un tiempo muy veraniego. Hoy va a ser otro día de cielos despejados, temperaturas en ascenso. Ayer, hubo puntos donde se acariciaron los 30 grados, en un día muy esperado para los cofrades.

El día de ayer nos dio la trágica noticia de Carme Chacón. Había explicado en no pocas estaciones que padecía una arritmia, una patología congénita que suele pasar factura. Este tipo de patologías, yo la desconozco. Si llevaba marca pasos o no, no lo sé. No nos vamos a meter en jardines. Ella lo sabía porque siempre lo decía, “todos los días de mi vida yo se que son un regalo, cada día es un regalo”.

Carme ha durado 46 años, llegó a tener un hijo, cosa que le desaconsejaron los médicos. Quiso ser ministra y fue ministra. Con aquella imagen tan simbólica de una Ministra de Defensa embarazada. Carme venía de viaje, se echó a dormir y no se despertó nunca más. La familia echó en falta que no contestara. Yo, evito darle más detalles.

Chacón era una militante de PSC, diputada, y ahora a apartada de la política. Carme Chacón era el perfil político que en este momento resulta imprescindible en España. Era una mujer catalana que respondía por igual al nombre de 'Carme' que de 'Carma'. Nadie le podía negar su catalanidad. Almeriense que pasaba los veranos en el pueblo de sus padres, en Cuevas del Almanzora. Era el núcleo perfecto.

Su muerte ha causado una conmoción absoluta, prácticamente en todos los partidos y donde se ha dejado ver. Desplegó muchos contactos en el mundo entero . Que descanse en paz. Yo le mando un abrazo muy fuerte a los padres y a su familia.

La noticia de ayer fue que el terrorismo golpeaba a los cristianos en Egipto. Las fechas estaban muy concretas, y las iglesias coptas también. Al menos 44 muertos reivindicados por el Estado Islámico. La segunda bomba cayó en Alejandría, cuando un suicida se hace estallar en mil pedazos y se lleva por delante la vida de tanta gente.

El otro asunto de este fin de semana, este paripé y pantomina de la entrega de armas de ETA se ha saldado como una comedia bufa que era lo que se esperaba de ella. La justicia francesa por lo demás ha empezado a investigar este desarme. 172 personas han supervisado el registro de los zulos. A otros les han llamado “artesanos de la paz”, una terminología cursi. La Audiencia Nacional abrirá diligencias por si algún arma está involucrada en algún atentado. Cosa que no va a ocurrir. Eso sí, dicen los expertos que lo que han dado no llega ni a un tercio.

Con esto, pretende la banda saldar todas las cuentas que tiene. “Yo os he dado las armas, tengo una serie de imbéciles que hacen de imbéciles, que colaboran conmigo”. Hay gente que se lo cree, que cree a Otegi como “artesanos de la paz”, y ahora tú, “a ver como arreglamos lo de los presos”. “Primero me los acercas y luego me los amnistías”. Y esta mercancía esta dispuesta a comprarla gente, incluso con representación parlamentaria.

Después, también el finde nos ha dejado la muerte del niño, Adrián Hinojosa, el niño que quería ser torero. El niño que la fiesta de los toros le ha hecho diversos homenajes. Un niño que ha recibido numerosos acosos por personajes vomitivos que se hacen llamar aislacionistas. Comentarios violentos, terribles, pero bueno, no pienso dedicar más tiempo a la basura. Ayer las muestras de cariño fueron absolutas, aunque todavía quedara algún imbécil suelto. Un abrazo a la familia de Adrián, que Dios te tenga en la gloria”.