COPE

"Señoras, señores, me alegro, buenos días...

Parece que en Europa remite ya esta ola de frío que se ha llevado por delante la vida de ochenta criaturas. Ochenta personas han fallecido con esta masa de aire polar, que es el mismo aire frío que hemos sentido cuando hemos conocido la noticia que ayer a eso del mediodía se hacía pública, y en la que juez que investiga al padre de la niña Nadia, el padre que había pedido dinero, había recolectado muchísimo dinero para curar teóricamente a su hija de una enfermedad que no tenía curación -estamos hablando de un millón de leuros como mínimo- y del que ya sabemos que es un presunto estafador con bastante historial a sus espaldas. Hemos sabido que ese juez también investiga al padre de la niña después de haber localizado en su poder imágenes sexuales de la menor en un pen drive. No estamos hablando de alguien que simplemente comete el delito de la tenencia de pornografía infantil, sino de alguien que también la elabora, con su propia hija, a la que ha utilizado para ir sacando dinero y vivir... para qué les cuento. La maldad humana no tiene límites. Parece que los Mossos han encontrado en la vivienda de los padres el pen drive. El juez dice que no es una sola sospecha, que las imágenes no son de las que podrían interpretarse de varias maneras, sino qu son indicios inobjetivados. La participación de esta persona en estos delitos, en la elaboración y tenencia de pornografía infantil, más maldad no cabe.

El mundo está pendiente de que dentro de nueve días llega Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos, y llega además en medio, por si faltaba poco, de una filtración que ha realizado la Agencia de Inteligencia norteamericana según la cual a Donald Trump los servicios de espionaje rusos le han montado un compromat, cuando te investigan y te pillan en alguna. Si Donald Trump fue a un hotel de Moscú y se metió a veinte lumis en la habitación para que se orinaran en la cama donde había dormido Barack Obama y su esposa... una cosa muy normal que hace todo el mundo que no puede ver a nadie. Que si sus negocios, sus impuestos... Es decir, una elaboración hecha con cara y ojos. ¿Por qué lo hace público esto la Agencia norteamericana? Hombre, hace cuatro días Trump dijo que la inteligencia era una porquería, que el se fía más de Snowden o de Assange. Pues toma, toma, vete entreteniendo con esto. Que Putin haya podido chantajear a Trump, es verdad que es una información de la CNN, que no es una cadena cariñosa con Donald Trump... Pero en fin, un informe sobre la vida personal de Donald Trump que esto va a entretener mucho en los próximos días.

Mientras, Obama se va despidiendo dejando la sensación de que todo aquello que parecía en el 2008 que se iba a conseguir en el mundo entero gracias a que los norteamericanos habían elegido a un negro para la presidencia, no se ha conseguido. La frustración es inevitable, porque en aquel entonces parecía que el santo negro lo iba a arreglar todo. Podía, simplemente, por su capacidad oratoria descomunal, su bonomía, sus buenas intenciones, su voluntarismo, iba a arreglar el mundo, Luego, como él mismo ha reconocido, hay cosas que un presidente norteamericano no puede hacer por mucho que quiera, sobre todo si tiene una mayoría en contra en las cámaras como le ha pasado a él en la segunda parte. Es verdad que Obama ha acabado un par de guerras. Mantiene la presencia militar estadounidense en muchísimos más lugares. Marcharse de Irak ha dejado hueco para el Daesh. Pero es verdad que liquidó a Bin Laden; es verdad que superó una crisis económica ferocísima; que ha aumentado el empleo en Estados Unidos; que ha llegado a un acuerdo nuclear con Irán muy importante; que ha dejado embridado el asunto de Cuba; que no ha tenido ningún escándalo; que de los cincuenta millones de personas que en Estados Unidos no tenían ningún tipo de cobertura sanitaria, ha colocado a veinte en esa cobertura sanitaria.

Ahora, también es verdad que ha empobrecido a la clase media y si no Obama, sí la situación y la deriva de los tiempos que él no ha podido impedir, que es la que ha votado a Trump; ha aumentado la deuda norteamericana; y parece que haya dejado el mundo en manos de Putin, en lugar de en manos de la tradicional macropresencia norteamericana. Habrá tiempo para hablar de este hombre, de su trayectoria.

Y también habrá tiempo para hablar de varias cosas que ha hecho el Gobierno del Partido Popular. Primero, decirle a la ministra pisacharcos esta de Sanidad que una cosa es ser ministra y otra cosa es ser contertulia. Es decir, no se dicen las cosas primeras que te pasan por la cabeza. Porque hoy hay muhcos pensionistas en España preguntándose si van a tener que pagar más o no, por mucho que lo haya querido aclarar.

Segundo, que ya sabemos que se ha reunido Soraya con Junqueras. ¡Pero si no hay nada que hacer! Si de lo único que quieren hablar es del referéndum, y además "lo vamos a hacer sí o sí, yu tiene que ser pactado con el Estado". ¡Cómo un gobierno va a pactar un referéndum ilegal! O la CUP no vota los Presupuestos y hay elecciones nuevas y ya veremos qué pasa, o si no, oiga, miren, un referéndum, aunque ganara el 48 por ciento el sí, sobre el 47 que votara que no, ¿creen ustedes que puede suponer la independencia para un territorio contra un Estado, contra toda Europa, contra la Comunidad Internacional, contra la legalidad y contra el 47 por ciento de los catalanes? Es que la independencia no se la creen ni los independentistas, ni Junqueras, por mucho que diga.

Y nos ha dejado Manolita Chen. Muchos se acordarán del Teatro Chino de Manolita Chen, a otros les sonará a arcaísmo absoluto de la Historia. Pero queridos niños, en las ferias de los pueblos y ciudades de España llegaba un teatro ambulante, con bancos corridos y suelo de arena, en el que se podían ver acróbatas, artistas, escuchar chistes verdes en los años setenta y en los años sesenta. Y era de Manolita Chen, que era una artista madrileña que se casó con un chino, que se llamaba Chen Tse-Ping, Chen Ping le llamaban todos. Yo conocí al señor Chen Ping, el señor Chen Pin existía. Era un lanzador de cuchillos. Y montaron estas performances de siete funciones diarias, que hasta los ochenta estuvieron vivas en las ferias de los pueblos, donde salía Manolita Chen, que lo dejó en los setenta, cantando canciones como "Qué justito me entra". Esto es como aquello que cantaba Addy Ventura: "Lo tengo rubio". Que era el tabaco, claro. "Qué justito me entra", qué va a ser lo que te entra justito. ¡Ay, qué tiempos!".