COPE

"Señoras, señores, me alegro, buenos días...

Y la pregunta que se hacen muchos: ¿ahora qué? No sólo esa pregunta de ahora qué va a pasar en Cuba después de estos dos días intensos a veces de divinización, otras de hagiografía, otras de suave crítica a la figura de un dictador pavoroso como ha sido Fidel Castro.

¿Ahora qué pasa en Cuba? Pues ya veremos, porque saben ustedes, por experiencia en España, que se despide a un dictador con colas kilométricas y luego aquello que parece estar atado y bien atado se evapora, los nudos se deshacen con una facilidad sorprendente.

Pero de estos dos días me quedan algunas sensaciones. Una la sopresa por las medias tintas con las que la prensa española ha despedido a este tipo. El revolucionario, el idealista, el luchador, el anti imperialista, ... parecían un rebaño de plañideras, cuando no alabanzas al dictador, que alguna ha habido. Un tipo, que como buen comunista, ha sembrado las dos cosas que mejor saben hacer los comunistas en el mundo, producir terror y miseria. Que ha enviado al exilio al veinte por ciento de la población, que ha fusilado, que ha encarcelado, que ha discriminado, que ha desarrollado la dictadura perfecta de chivatos ante el arrobo, la complicidad, el silencio de la izquierda mundial, que ha dejado además, y quizás sea lo peor, incrustada en la sociedad cubana una pavorosa crisis moral.

No se puede blanquear a un tirano que no ha tenido piedad con sus adversarios, pero es que tampoco con los partidarios, a los que ha pasado por la piedra, que ha condenado a la frustración, a la nada, cuando no a la muerte en batallas por el mundo, a varias generaciones de jóvenes cubanos.

Este programa hoy podría hacerse en La Habana, pero yo no me he ido a La Habana, y le diré porqué: porque yo no voy a colaborar en una hagiografía a un ganster. No tengo nada contra aquellos que quieran informar desde el lugar de los hechos, con los testimonios que le van a dar en el lugar de los hechos, que son testimonios de plañideras nada más. Pero a un leninistra mesiánico no le voy a despedir.

Ustedes van a ver el entierro de Fidel. ¡Pues claro que van a salir a la calle! Miles, cientos de miles... Sesenta años de permanente propaganda tiene sus efectos. Pero no sabemos lo que hay dentro de la cabeza de la gente que le va a llorar. Muchos de ellos llenos de fingimiento. Tú hablas en privado, lamentan la suerte que han tenido, la desgracia que han tenido. Les pone una cámara y todo es para bien, el gran día del fingimiento.

Quienes más lo van a echar en falta no son aquellos que lo han sufrido, van a ser todos aquellos comunistas que, en países en libertad, viven tan ricamente deseando que hagan otros los experimentos, y que los sufran otros.

Y a los que se dejen impresionar por las manifestaciones de duelo a lo Kim Jong Un, Kim Jong Il y Kim Il Sung, que se acuerden del entierro de Franco, que la cola daba la vuelta a la Casa de Campo, y los lloros, y las lágrimas... y duró dos días.

Y va a durar dos días que con este hombre que acabó, disolvió, arruinó uno de los países más prósperos de América. Con grandes desigualdades, cierto. Ese país había que ajustarlo en muchos aspectos, con muchas reformas, pero sin destrozar todos los sistemas productivos como los destrozó. La prosperidad mal repartida que vivía la Cuba de los 50 encabezada por un golpista corrupto como era Batista, es verdad que la arregló Castro, porque acabó con la desigualdad, los hizo a todos pobres. Igualdad por abajo. Llegó derrocando a Batista y dijo "democracia, libertades, todos seremos libres...", pero la verdad oculta, su plan, era no dejar nunca el poder. Y así lo hizo, arruinando al segundo país más rico de América.

¿Y ahora qué es lo que le espera? Que puedan elegir, que haya libertades formales, que puedan informarse sin censura, que puedan expresarse libremente, y sobre todo, que tengan derecho a la prosperidad, el derecho indudable a la prosperidad que los individuos deben tener para mejorarse y mejorar la sociedad.

¿Se va a retirar Raúl Castro? Seguramente, él dijo que iba a estar cincom años, le queda uno. Y además se lo están contando. Y muchos miembros el régimen están deseando una evolución, y desaparecidos los tapones a lo mejor esta es posible. También es deseable que el embargo comercial norteamericano desaparezca, sobre todo por lo que tiene de justificación para la inoperancia de un régimen. Donald Trump, habiéndose muertro Castro, tiene más fácil afinar sus promesas en campaña.

Pero como bien sabemos, todo lo que se deja atado y bien atado luego no es tan difícil de desatar. Y si no ya lo verán ustedes.

Una vez esté debajo de tierra ya veremos si se sigue diciendo lo mismo de Fidel Castro dentro de unos meses, no les hablo de años, que ahora".

PERIODISTA DIGITAL

Y Carlos Herrera mandó un mensaje a Carlos Alsina y las 'plañideras' de Fidel Castro