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El portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, reconoce que hay “inquietud y preocupación” ante la política que seguirá el el nuevo presidente de los EE.UU. “La señales que llegan hasta ahora son bastante claras en sentido negativo, al menos lo que se ha escuchado en la campaña electoral”. 

En cualquier caso el portavoz europeo se ha mostrado prudente. “Hay que esperar para saber si su programa va a ser calcado a lo que ha dicho en la campaña”. 

Asegura que en una entrevista a Trump este domingo en la televisión norteamericana “empezó a reducir alguna de las prioridades que había anunciado. De todas maneras si se compara su programa con las prioridades de la propia UE, las distancias son enormes y hay bastante preocupación”.

En su opinión, el hecho de que entre las primeras llamadas que ha realizado Trump, no haya ningún país europeo “es, en parte, una declaración de intenciones. Quiere demostrar que le va a dar un vuelco a las políticas y prioridades de los EEUU. Las señales que nos llegan son de alguien que quiere andar por otras vías que son muy peligrosas y que pueden acabar con 60 años de cooperación entre ambos países o que la pueden debilitar en un momento que el mundo necesita relaciones fuertes”. Sin embargo, opina “luego vendrá un choque de realidad”.

Reconoce que el Tratado Libre Comercio ya “se estaba ultimando con muchos problemas”. “La administración Obama tenía puestos sus intereses comerciales en otras zonas del planeta. Con Trump el problema es mas grave porque de momento dice que está en contra de todos estos acuerdos, aunque algo ha matizado estos últimos días. Las verdades prioridades de Trump están por descubrir. Vamos a ver si la lógica corrige las posiciones que hemos escuchado hasta ahora y sino tendremos problemas graves ellos y nosotros”, afirma.

Respecto a la política de defensa, el portavoz del Parlamento Europeo apunta que si Trump “se preocupa cada vez menos y reduce su presupuesto y sus relaciones con la Unión “tendremos que coger la sartén por el mango y reorganizar la política de seguridad. Mas que cuestión de dinero es cuestión de voluntad política”, concluye.