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El periodista desvela en su libro “Paesa, el espía de las mil caras” la 'picaresca' y 'trepidante' historia de este ex agente secreto y 'fiel mercenario del poder'
El 2 de julio de 1998 se publica la esquela de la muerte en Tailandia de Francisco Paesa, el espía que, entre otras cosas, había negociado la entrega de Luis Roldán al gobierno español. Muchos respiraron tranquilos, pero Paesa estaba muy vivo.
Este “fiel mercenario del poder” se “ha ganado muchos enemigos” y vive 'mirando a sus espaldas', explica el periodista Manuel Cerdán, autor del libro 'Paesa, el hombre de las mil caras' (Ed. Plaza y Janés). “Nadie entiende como nunca ha pisado la cárcel y vive libremente el París. Se ha reído de todos los españoles, logró irse de España con un botín de casi 2.000 millones de pesetas”.
Manuel Cerdán cuenta cómo “el ministro de Justicia Belloch le blanqueó judicialmente”. “Paesa se convierte en el hombre sucio que le hace el trabajo a Belloch al que engaña. Se queda con el maletín de la extorsión de los documentos que podrían poner en peligro a muchos políticos de aquellos años”.
La apasionante y enigmática vida de Francisco Paesa, uno de los espías más legendarios de las últimas décadas, escrita por el periodista que le cazó en París.
Cuando el 2 de julio de 1998 salió publicada en la prensa la esquela de Francisco Paesa, fallecido en Tailandia, muchos respiraron. Por fin desaparecía del mapa el espía que, entre otras cosas, había negociado la entrega de Luis Roldán al gobierno español en el famoso caso de los papeles de Laos.
Sin embargo, aquel muerto estaba vivo. Aquella esquela no era más que la penúltima jugada del espía español más importante de las últimas décadas. No tenía licencia para matar como James Bond, pero vivió con la opulencia de 007: bebiendo champán Dom Perignon y acompañado de hermosas mujeres. No era un personaje de ficción, pero se comportaba como los héroes de las novelas de John Le Carré.
Siempre con una causa judicial pendiente, siempre con la policía pisándole los talones, Paesa ha vivido al filo de la legalidad una existencia trepidante: estafador del presidente ecuatoguineano en 1968, traficante de armas internacional, vendedor de misiles a ETA -que culmina con la célebre Operación Sokoa-, mediador en el caso GAL intercediendo a una testigo protegida por Garzón, agente secreto del Ministerio del Interior en los años más oscuro del felipismo.
Una historia trepidante que ha inspirado la última película de Alberto Rodríguez, director de La isla mínima.
El Hombre De Las Mil Caras - Tráiler
Título original: El hombre de las mil caras
Año: 2016
País: España
Director: Alberto Rodríguez
Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos (Libro: Manuel Cerdán)
Música: Julio de la Rosa
Fotografía: Alex Catalán
Reparto: Eduard Fernández, José Coronado, Carlos Santos, Marta Etura, Emilio Gutiérrez Caba
Productora: Zeta Zinema / Atresmedia Cine / Atípica Films / Sacromonte
El Hombre de las Mil Caras es la historia del hombre que engañó a todo un país. Francisco Paesa ha sido hombre de negocios, banquero en Suiza, traficante internacional de armas, gigoló, playboy, diplomático, aventurero, estafador y agente secreto: un espía.
En un momento dado, Paesa es traicionado por el gobierno y se ve obligado a huir del país. Cuando regresa al cabo de los años, todo ha cambiado: está arruinado, es incapaz de poner en marcha cualquier negocio – su fama de timador le precede - y su relación con Gloria, su pareja en los últimos quince años, parece que toca a su fin.
En estas circunstancias, recibe la visita de Luis Roldán, y su mujer, quienes le ofrecen un millón de dólares para ayudarles a salvar 1.500 millones de pesetas, sustraídos de las arcas públicas. Una oportunidad idónea para que Paesa pueda vengarse y mejorar su situación económica, traicionando a su cliente.
Con la ayuda de Jesús Camoes, su inseparable socio, orquestará una intrincada y magistral operación dónde la verdad y la mentira tienen límites difusos. Una farsa digna de los mejores espías y reflejo del ocaso de una época.