Los Premios Naranja y Limón, llenos de grandes ausencias 

El locutor pasó de contestar a la ausencia del publicista, quien declinó la invitación por la presencia de Herrera. Además aprovechó para defender a su exmujer, de quien dice que recibe críticas que "sobrepasan lo natural"

Los premios Naranja y Limón que entrega anualmente la peña periodística Primera Plana son desde hace más de cuatro décadas un clásico que premia la buena o la mala relación de personajes populares con la prensa. Y no tiene que ver esta elección con su simpatía o antipatía, sino con la manera de facilitar el trabajo a los periodistas. Por eso este año Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, la pareja Preysler Llosa, Bertín Osborne, Arturo Fernández, Carlos Herrera y Eva Longoria tuvieron su premio dulce, mientras que Cristóbal Montoro y Risto Mejide, el ácido.

Lo llamativo de esta edición fue que la pareja de moda no acudió al hotel Mirasierra, donde se celebraba el acto, a pesar de haber confirmado hace tiempo su asistencia e interesarse por el resto de premiados. Al saber que entre los elegidos se encontraba Cifuentes y Herrera fue suficiente para que aceptaran participar en la fiesta periodística. De hecho, se buscó una fecha que cuadrara con la agenda del nobel, que cierra sus temas profesionales con varios meses de antelación. La sorpresa fue que días antes la reina de corazones comunicó a los organizadores que no acudiría. La disculpa fue un viaje a Barcelona imposible de retrasar. Según parece, Preysler es la sorpresa en el desfile de Pronovias del viernes que viene con un caché elevado y aparecer antes comprometía ese acuerdo. En el caso del escritor, la explicación que dio su novia era su estancia en Chile por motivos académicos. Una de las versiones que circularon respecto a Vargas Llosa fue que no estaba por la labor de contestar preguntas relacionadas con los famosos papeles de Panamá, donde aparece su nombre según la investigación publicada por El Confidencial y La Sexta.

Aunque se tratara de unos premios sociales, las cuestiones de actualidad como esta y la polémica por el testamento de Miguel Boyer eran preguntas obligadas y ellos lo debieron intuir. Todo esto, unido a la aparición estelar de Isabel en Barcelona fue suficiente para que prefirieran escabullirse. Se buscó a Tamara como sustituta, pero también tenía cosas que hacer esa noche.

A falta de la pareja de moda, Cristina Cifuentes se convirtió en la protagonista de la noche. La presidenta de la Comunidad de Madrid, que aprovechó para invitar a los presentes a la fiesta del Dos de Mayo, se hizo fotos con todo el mundo. Como era lo esperado, dedicó alabanzas a su jefe, Mariano Rajoy, habló de la situación un tanto complicada de su partido y negó rotundamente que tuviera aspiraciones para ser inquilina futura de La Moncloa. Respecto al plantón que Pablo Iglesias dedicó al Rey Felipe al llegar 20 minutos tarde al palacio de la Zarzuela, dijo que le parecía inaceptable: “Es una falta de respeto. Me parece rocambolesca su explicación y encima echar las culpas al chófer. Cuando hay una audiencia con el jefe del Estado se planifica el tiempo y la ruta. Como se puede ver ahora Pablo es de coche, escoltas, mecánico y consume todo lo que él criticaba de la casta”. Al preguntarle por qué no había acudido a la presentación del libro de Esperanza Aguirre, fue muy clara: “Porque no me invitó".

Carlos Herrera coincidió también con Cifuentes en lo inaudito de hacer esperar al Rey. El periodista, que perteneció a esta peña durante años, recibió el premio Hugo Ferrer de Comunicación y, como era de recibo, acudió al hotel, aunque no se quedó a cenar. A primera hora de la mañana de este miércoles tenía cita en la sede del PSOE para entrevistar en directo a Pedro Sánchez. "Me comprometí y, por lo tanto, aquí estoy”, señaló. Hizo un análisis político a pie de pista, pasóde darle cancha a Risto Mejide, que como publicó Vanitatis no quiso coincidir con él después de iniciar la guerra tuitera, y defendió a su exmujer, Mariló Montero. Herrera dedicó unas palabras muy duras a los que la atacan: “Entiendo que al ser personajes públicos gustemos o no, pero lo que no es de recibo es el maltrato a Mariló. Hay una suerte de tiroteo yugoslavo irracional, injusto y absurdo contra ella, quien ha demostrado ser una excelente profesional. En su caso las críticas sobrepasan lo natural y hay una lupa tiránica que me parece divertimento de jaurías". Una vez que recogió su premio y felicitó a dos periodistas veteranos como Javier de Montini y Agustín Trialasos, que también recibieron por sorpresa el homenaje de los colegas, se marchó por donde vino.

La protagonista de 'Mujeres desesperadas", Eva Longoria, que recibió el premio a la excelencia patrocinado por la firma de joyas Folli Follie, no pudo acudir a la cena y agradeció con un vídeo esa deferencia, como explicaba Eva Revuelta, jefa de comunicación de la marca: "Se encuentra en Los Ángeles preparando lo que será su línea de ropa. A ella le encanta España y agradece el apoyo que se dio a su cena gala solidaria en el palacio de Cibeles". Entre donaciones, cena y subasta se obtuvo 70.000 euros. Solo el traje de Roberto Diz que lució Alejandra Osborne se subastó por 8.000 euros. María Bravo fue la encargada de recoger el premio.

Bertin Osborne también utilizó el plasma para dar las gracias y excusar su presencia. Otros invitados a la cena fueron Jaime Ostos y María Ángeles Grajal, Elena y Vivian Tablada, la empresaria Maika Pérez de Cobas, los periodistas Paco de la Fuente y Goyo Gónzalez, la cantante Glenda Gaby y Marilí Coll, entre otros muchos