"España debería tomar una posición más concreta contra el Estado Islámico"

El presidente del Despacho Garrigues, Antonio Garrigues Walker, presenta en Herrera en la onda su biografía, en la que hace un recorrido por toda su trayectoria y en el que dice "se puede conocer la parte más positiva de toda la familia".

ONDA CERO

Durante la entrevista valora el conflicto catalán y confía plenamente en la ciudadanía, que cree que"demostrará sentido común". Además, vaticina que la consulta del 9 de noviembre no se va a celebrar.

Preguntado por el ataque que Estados Unidos y algunos países aliados han iniciado contra el Estado Islámico, Garrigues Walker pide al Gobierno español que tenga una postura mucho más concreta en este asunto, ya que considera que "es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el mundo occidental" y que "frente al fenómeno del yihadismo no cabe otra reacción que la lucha directa".

Sobre Podemos dice que "su irrupción en el sistema político español se puede comparar con la del Partido Pirata en Alemania o el de Le Pen en Francia". Además, hace un llamamiento a los partidos políticos tradicionales para que reaccionen porque piensa que si "hay un estamento que no ha evolucionado y que está perdiendo credibilidad a marchas forzadas es el estamento político". 

La biografía de uno de los abogados más poderosos de España y de Europa. La de Antonio Garrigues Walker es una historia fuera de lo común, casi siempre muy cercana a los centros de decisión políticos y económicos, y de mucho trabajo. Heredero de una saga de grandes juristas y personajes relevantes en la vida pública y polít ica española, se crió en un ambiente liberal, intelectual y culto: su madre, estadounidense, y su padre, abogado de prestigio, ministro de Justicia en los años setenta y diplomático en Washington y el Vaticano, dieron forma a una estirpe familiar que llegó a equipararse con el clan Kennedy, con quien, además, les unía una buena amistad.Tras abandonar una inicial vocación futbolística—quiso ficharlo el Atlético de Madrid—, el joven Garrigues Walker tomó las riendas del despacho familiar, que tripulaban por aquel entonces su padre y su tío Joaquín, y lo convirtió en la puerta de entrada de las empresas norteamericanas en España. Hasta tal punto el despacho J&A Garrigues acaparaba los negocios extranjeros en nuestro país que el empresario automovilístico Henry Ford llegó a pensar que en España había un «impuesto Garrigues», que no era otra cosa que la minuta del bufete madrileño. Profundamente liberal, en los ochenta, siguiendo los pasos de su hermano Joaquín, inició un coqueteo con la pol...