EL DIARIO DE SEVILLA

El café para todos, el marmitako y la butifarra

Rodríguez de la Borbolla reivindica el papel de Andalucía en la construcción de las autonomías: "Desvirgamos la Constitución".

Carlos Herrera, Enric Juliana y José Rodríguez de la Borbolla

El periodista Carlos Herrera, el más mañanero deOnda Cero, y el ex presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla. Dos personas de cuerdas distintas para presentar el último libro del director adjunto de La Vanguardia Enric Juliana, Modesta España. El cronista es uno de los periodistas políticos más reputados de España, siendo catalán de Badalona que, según Carlos Herrera, es como ser de Dos Hermanas: Sevilla, es decir, Barcelona, a su lado. Dos presentadores peculiares, brillantes y poco temerosos de sus afirmaciones. El libro de Juliana, el tercero que escribe sobre España en siete años, se redactó bajo los efectos de la crisis económica y su repercusión en España, y como solución, no al asunto financiero, sino al total estatal, el catalán propone una solución, realmente, peculiar: la modestia. Entendida ésta no como un punto intermedio, ni como un moderantismo estático, sino como la antítesis del espíritu español por antonomasia: el quijotismo. De hecho, Juliana utiliza la figura cervantina del Caballero del Verde Gabán para anteponerla a los excesos del Caballero de la Triste Figura, y a partir de ahí, introducir al lector en una crónica de estos últimos años. Una enmienda al casticismo.

Un catalán, un almeriense con vivencias en Cataluña y un ex presidente andaluz no podían terminar sino hablando de la España de las autonomías. Rodríguez de la Borbolla -ya lo advirtió- fue políticamente incorrecto. El café para todos, vino a explicar, fue preconstitucional; y es cierto, el ex ministro Manuel Clavero concibió preautonomías para todas las entonces regiones antes de comenzar a redactarse la Carta Magna. "El café es para beberlo", dijo Rodríguez de la Borbolla, lo que "nos importaba era la sustancia", es decir, "que si había marmitako, fuera para todos; si había butifarra, era para todos, o si había jamón, para todos". ¿Y qué es la sustancia? La gestión de los servicios básicos, como la sanidad y la educación; la potestad legislativa; la administrativa; la elaboración y ejecución de un presupuesto... Todo ello estaba en la Constitución como posibilidad, pero, tal como se vio después, UCD pensó en ello para tres comunidades: Cataluña, País Vasco y, quizás, Galicia. Fue Andalucía, mantuvo Borbolla, "fueron los andaluces quienes desvirgamos la Constitución". Ahí queda eso. Juliana y Borbolla difieren en muchos asuntos, pero el cronista catalán sostiene que una suerte de Liga Sur -fue corresponsal durante años en Italia- es la que fraguó el actual Estado autonómico español, que él defiende que debía de haber sido asimétrico, que "no desigual".

El acto, organizado por la Fundación Alfonso Perales, atrajo, entre otros a tres ex presidentes del Parlamento andaluz -Antonio Ojeda, Ángel López y Javier Torres Vela-, y de Juliana pudieron oír que el problema de los excesos del país no han sido "sólo" las autonomías, aunque se atrevió a citar a tres en concreto: Bankia, "la caja fuerte de la comunidad madrileña"; la deuda del Ejército, y el déficit tarifario. Y un secreto que no reveló: el nombre de la comunidad autónoma que figura en el decreto de intervención que Mariano Rajoy tiene sobre la mesa de su despacho.