LA GACETA
Al Rey se le avisó de que el safari en Botsuana era desaconsejable
El Monarca voló con un grupo de extranjeros en un vuelo chárter. El Gobierno sabía desde hacía un mes y medio que Don Juan Carlos iba a viajar a África. Rajoy y los Príncipes le visitaron ayer en el hospital.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, estaba perfectamente informado del viaje del Rey a Botsuana desde hacía 45 días. Así lo confirmaron a LA GACETA fuentes del Ejecutivo, que explicaron que, como ocurre habitualmente cuando el Monarca se desplaza fuera de España, la Casa Real informa puntualmente a Moncloa con suficiente antelación.
Fuentes oficiales y, por tanto, totalmente solventes han asegurado a LA GACETA que se le aconsejó al Rey no viajar a Botsuana. La sugerencia, evidentemente, no fue respetada y se trasladó a la república africana –donde ya había estado en otras ocasiones– junto a un grupo de personalidades extranjeras que no han podido ser identificadas. Este periódico también ha podido confirmar que entre sus compañeros de viaje no estaban Juan Abelló y otros empresarios que habitualmente comparten cacerías con el Rey. Tampoco le acompañó su médico habitual, el que va con él normalmente cuando Don Juan Carlos sale fuera de España. Este fue sustituido por otro facultativo.
Marino Rajoy no confirmó ayer en persona esta información porque, cuando abandonó el hospital USP San José, donde aún permanece ingresado Don Juan Carlos, se limitó a hablar de la salud del paciente y no permitió preguntas a los periodistas, a pesar de que estos intentaron hacerlas. El presidente del Gobierno simplemente explicó que había encontrado “muy bien” a Su Majestad, con quien estuvo departiendo durante poco más de 30 minutos. Rajoy dijo que estaba “muy animado” y que tenía muchas “ganas de volver pronto a sus actividades”, frase similar a la que había pronunciado el Príncipe el día anterior.
Por su parte, el vicesecretario de Organización del Partido Popular, Carlos Floriano, fue ayer poco claro respecto al conocimiento que tenía Moncloa sobre la aventura Real. Al ser preguntado sobre si Rajoy conocía que el Rey estaba en África, Floriano respondía literalmente lo siguiente: “Según la información, la información que tenemos, lo sabía cuando sufrió el accidente”.
Rajoy, también al salir del hospital, aprovechó para anunciar que el próximo viernes despachará con el Monarca, como suele ser habitual este día de la semana, en el Palacio de La Zarzuela, con lo que se prevé que el Rey pueda ser dado de alta ese mismo día o antes.
Además de Rajoy, también acudieron al hospital los Príncipes y sus hijas Leonor y Sofía. Don Felipe y Doña Letizia también estuvieron poco más de media hora en la habitación del Rey, aunque ellos –a diferencia de Rajoy– abandonaron el centro sanitario con el semblante visiblemente serio y sin hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Ningún miembro del PSOE se acercó ayer a visitar a Don Juan Carlos. Alguno, sin embargo, sí quiso referirse a la polémica surgida al conocerse su viaje. El secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, en concreto, exigió al monarca que elija entre “sus responsabilidades o la abdicación”. Las declaraciones de Gómez no fueron aprobadas por Ferraz. “Esa es la opinión de Tomás Gómez y en todo caso la del PSM”, aseguraron fuentes de la Ejecutiva socialista, que se remiten a las declaraciones realizadas el pasado sábado por la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, y que consideran la versión oficial del partido. Rodríguez evitó hacer declaraciones políticas y se limitó a desear una “pronta recuperación” al Jefe del Estado.
En la misma línea, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, también evitó la polémica y subrayó que su partido nunca ha comentado la agenda privada del Rey. “Ni cuando nos gusta ni cuando no nos gusta”, apostilló. “Por responsabilidad institucional”, sentenció la dirigente socialista.
El último parte médico del Rey tras la operación de cadera aseguraba que su evolución está siendo “plenamente satisfactoria” y “muy positiva”. “Ha podido descansar sin necesidad de analgesia”, afirmaba el documento firmado por el doctor Ángel Villamor, que dirigió
