Cree que ha habido un exceso de simpatía intelectual y política con este tipo de movimiento y con los excesos que se han introducido en él” y encuentra “curioso que los que criticaban la dureza, ahora digan que el 15 de junio la echaron de menos”.
El 'conseller' de Interior asegura que se pretendía prevenir riesgos ante las celebraciones de una posible victoria del Barça en la final de la Champions
Afirma que los Mossos sólo han actuado con contundencia cuando se han sentido atacados y para garantizar la seguridad de los trabajadores de la limpieza
El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha asegurado este viernes que la actuación policial de la mañana en la acampada de los indignados en Barcelona no pretendía desalojarles, sino "facilitar la limpieza y el desmontaje del campamento" de la plaza Catalunya por cuestión de "higiene pública, salud y seguridad" y retirar todos los objetos peligrosos --como bombonas de butano, de gas y generadores eléctricos-- para reducir el riesgo ante la celebración de una posible victoria del FC Barcelona en la final de la Champions el sábado a la noche en la zona de Canaletes.
Puig ha afirmado, además, en la rueda de prensa que ha celebrado en el Palau de la Generalitat, que los Mossos d'Esquadra han actuado "con seny, cautela y prudencia y únicamente han actuado con contundencia cuando se han sentido atacados y para garantizar la seguridad de los trabajadores de la limpieza". Para el conseller el modo en que se ha intervenido en la plaza de Catalunya "ha sido más que correcto" y ante la constatación de que el campamento de los indignados se estaba volviendo a montar y organizar ha descartado "una nueva intervención antes de mañana".
Mossos atacados "con piedras, palos y esprais"
El titular del Departament d'Interior ha recordado que de los 121 heridos en los enfrentamientos 37 son agentes de policía.
Según Puig, no ha sido posible encontrar un interlocutor entre los acampados para negociar la actuación policial y de los equipos de limpieza y cuando se ha intervenido los agentes han encontrado "una resistencia pasiva al principio, pero luego una resistencia a la autoridad activa y con ataques". El conseller ha insistido en repetidas ocasiones en que los mossos han sido atacados "con piedras, palos y esprais".
Felip Puig ha negado que los agentes no fueran identificados y lo ha explicado diciendo que los chalecos de los agentes antidisturbios tapaban la identificación. Las críticas de algún sindicato policial por una supuesta descoordinación entre Mossos y Guardia Urbana, han sido rechazadas por el conseller como falsas, al tiempo que ha añadido: "Algunos agentes están muy activos en los últimos tiempos. Me refiero a los sindicatos".
El responsable de Interior ha admitido que la policía ha actuado "siguiendo mis instrucciones", después de haber hablado con el alcalde de Barcelona, por lo que asumía toda la responsabilidad de los hechos y ha dicho que comprendía que se hubieran recogido miles de firmas exigiendo su dimisión.
