El comunicador analiza la composición del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y los siguientes pasos de la ley de amnistía

COPE

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

La ley de amnistía que va a ser el tema que va a sentar en Suiza hoy a los mediadores internacionales, la gente de Puigdemont y la gente del Gobierno, Santos Cerdán y tal vez Zapatero. Tenía que haber sido el día ayer, pero lo ha retrasado Puigdemont. Hoy se sientan para hablar de esta ley, pero lo hemos dicho prácticamente todo.

Sería partidario de dejar de poner el acento en la inconstitucionalidad, que la tiene, y subrayar que va contra los principios básicos democráticos que inspiran todas las democracias avanzadas. La defensa de derechos y libertades, separación de poderes y estado de derecho, es el sometimiento de todos a la ley.

Los 22 ministros del nuevo Gobierno de Sánchez

El nuevo Gobierno es tan poco ilusionante que hasta la biblia del sanchismo (que es el diario El País) habla hoy de Gobierno continuista. El resto de medios son bastante elocuentes. La imagen que más se repite es la del muro del que habló Sánchez en su investidura. Un Gobierno para levantar un muro para el combate, para ir al choque, para la bronca. Es un Gobierno para contentar a Puigdemont, Bildu y el PNV.

Sigue con 22 ministerios, es caro y alguno absurdo que no da más que para una dirección general.

Bolaños asume Presidencia, la cartera de Justicia y eso quiere decir que ejecutivo, legislativo y la justicia entran en su órbita. Es el hombre fuerte. Interlocución con el mundo judicial es una declaración de intenciones, de guerra de Sánchez al poder judicial. Es llamativo el bofetón que se lleva el PSC porque pierden a dos pesos pesados a cambio de Jordi Hereu.

Podemos es pulverizado, Yolanda Díaz le ha dado la puntilla. Ya veremos que hacen los cinco diputados de Podemos en esta legislatura. Los nuevos ministros de Sumar ya veremos, estemos atentos a un personaje como Sira Rego, que es la cuota de Izquierda Unida, solo se le conoce por haber defendido a Lenin.

No esperen un proyecto ambicioso ni una reforma estructural, es un Gobierno para ocultar la desigualdad que imponen los pactos con los independentistas.