El comunicador analiza la importancia de las manifestaciones de este domingo en multitud de ciudades de España y el arranque de una semana "histórica" en nuestro país

COPE

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

Día con el que comienza una semana inédita, tanto en el plano parlamentario como en el social. De la misma manera que ayer fue un día casi inédito en la historia de España, no fue normal. Un día en el que parte de la sociedad española puso en marcha un mecanismo de autodefensa.

Probablemente, ayer asistimos ala mayor movilización política de la historia reciente. La de ayer que logró que miles y miles de españoles se echaran a la calle seguían la convocatoria del PP, que ha sido un éxito sin precedentes. Para protestar contra la ley de amnistía y las cesiones de Sánchez al golpismo independentista catalán para seguir en el poder pese a haber perdido las elecciones.

Las fotografías son bastante plásticas y no hay que entrar en las absurdas guerras de cifras. Y no solo fueron protestas multitudinarias, sino que fueron exquisitamente pacíficas y cívicas. Todos aquellos que han intentado presentar las protestas como algo violento, ayer se llevaron un chasco.

La gente de ayer se manifestaba cívicamente por la igualdad y la convivencia, es decir, contra la investidura de Sánchez, que supone todo lo contrario. Fueron mareas humanas que se vieron en las principales ciudades de España y frente a eso el PSOE solo pudo ofrecer imágenes enlatadas de algunos dirigentes autonómicos. Es evidente que el PSOE está desbordado por esta ola de indignación que han levantado sus pactos infames.

Una chatarra de argumentario que han intentado vender para tratar de explicar cesiones vergonzantes. Además de sentido común de la gente de la calle, los socialistas se han encontrado con una catarata de comunicados de jueces, fiscales, inspectores de Hacienda, colectivos de todo tipo dando la voz de alarma ante lo que significa el acuerdo con Puigdemont.

Le recuerdo que los acuerdos firmados por Sánchez liquidan la reforma laboral que se pactó hace dos años, rompen la unidad de gestión de la Seguridad Social, amenazan la libertad de empresa al instar el retorno a Cataluña de aquellas empresas que se fueron por el golpe. Y hoy algunos medios ponen acento en el coste económico de las cesiones, las exigencias de ERC y el PNV.

Hace cuatro días era inconstitucional todo, el corte de Sánchez en el que nos cuenta qué visión tiene de independencias, referéndums y otras cosas lo dice todo. Lo que vienen a decir es que le van a mentir a sus socios como han mentido a sus votantes. Pero los acuerdos están ahí y significan abuso y desigualdad.

Cuando se habla de lawfare, quiere decir que se está sometiendo la justicia al poder político y eso es el fin de la separación de poderes. Además, la gente normal, que no tiene por qué entender de derecho, sí entendemos muy bien lo que significa la desigualdad y este acuerdo la consagra.