El comunicador analiza las claves de la manifestación independentista celebrada en Cataluña en paralelo a la cumbre hispano-francesa
COPE
Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
Es 20 de enero, hace algo menos de fresco que ayer y nos esperan algunos días no precisamente muy cálidos. Ayer hubo cumbre hispanofrancesa celebrada en Barcelona. De esa cumbre hay muchos elementos para el análisis político esta mañana, ninguno en el capítulo de las relaciones bilaterales porque esta cumbre ha servido para hacer la literatura protocolar y habitual, pero realmente usted escarba un poco en lo que hubo y no hubo nada sustancial.
Porque miren las cosas puntuales que mantenemos con Francia siguen igual, los pasos fronterizos entre España y Francia, que Francia cerró con la excusa de controlar la inmigración ilegal siguen cerrados. Francia no ha dicho que lo vaya a abrir y tampoco se escuchó ninguna palabra sobre las conexiones energéticas que serían un ejemplo de cooperación bilateral, de construcción europea. Francia juega siempre a lo suyo y Macron también. Por más cumbres que celebren en Barcelona o en cualquier otro lugar.
Lo que Sánchez quería era llevar la cumbre de Barcelona para presumir de la gran estrategia política presentarse como el pacificador de Cataluña, sin contar todas las cesiones vergonzosas que ha hecho al independentismo. Pero claro todo podría entrar en la justificación de Sánchez diciendo el procés ha terminado, los hemos apaciguado, que es el mantra de la Moncloa y de Ferraz.
Como estamos en esta estrategia de matar a besos al independentismo le permitieron a Aragonés, que es el presidente de la Generalidad, comportarse como lo que es, un pueblerino maleducado que da la mano flácida para saludarte y hacer una afrenta tanto a España como a Francia, desapareciendo en el momento en el que suenan los himnos nacionales. A pesar de todo eso, Sánchez le dio gracias en público.
Lo dice porque Rueda, el presidente de la Xunta de Galicia, no fue a la cumbre hispano-alemana de La Coruña, pero no fue porque le invitaron 24 horas antes, además con esa idea de que ya no pudiera ir para luego poder decir esta tontería.
Manifestación a favor del independentismo
Miles de personas, pocas la verdad, que en su mayoría eran jubilados, acudieron a la manifestación que se convocó en defensa de la secesión de Cataluña. Y como pasa en estas cosas, en los movimientos fanáticos, siempre te surge un grupo más fanático, acabaron echando de la marcha Oriol Junqueras. Le dijeron Butifle, que es el máximo insulto que se pueden decir entre ellos, y se quitó del medio. Esquerra se las prometía tan felices con Aragonés pisando moqueta y Junqueras detrás de la pancarta, pero resultó un desastre.
Ese parece el destino de todos los que hacen de la radicalidad el eje de su política, que siempre acaba apareciendo alguien más radical que te acusa de traidor. El independentismo ha estado siempre dividido entre las dos facciones que pugnan por liderarlo, ya lo estaban otoño del 2017. Está dividido, pero no deja de ser independentismo y se va a unir contra España cuando lo considere conveniente, ante la mirada bobalicona de este Sánchez que todo se lo consiente.
Manifestación a favor de la Constitución en Madrid
Lo que sí se permitió ayer Sánchez es tratar de apropiarse de la centralidad política como si fuera posible encontrar un punto de equidistancia entre un gobierno independentista y la defensa de la Constitución. Ayer equiparó a los manifestantes en Barcelona con los que se van a manifestar este fin de semana en Madrid.
Manifestación por Manifestación, todas iguales, como si fuera lo mismo manifestarse por la pena de muerte que por su derogación, como si fuera lo mismo manifestarse por un atentado terrorista que para homenajear a terroristas como hacen en el País Vasco. No se qué pensarán los independentistas, pero a la mayoría de personas que este fin de semana va a salir por el centro de Madrid, Sánchez les insulta gravemente.
Los que se van a juntar en Madrid mañana sábado a las 12 del mediodía en Cibeles, van a favor de la Constitución y contra ti, Sánchez. Van a favor de la Constitución, en contra del gobierno que se alía con los enemigos de España y de la Constitución y va a ser una manifestación por mucho que haya intentado la Delegación del Gobierno meterla en Cibeles, que no se vea, va a ser una tremenda manifestación.
Votación en el Parlamento Europeo
Luego está el ridículo que ayer hicieron los europarlamentarios del PSOE votando en contra de una resolución a favor de la libertad de prensa y del respeto a los derechos humanos en Marruecos. Insisto, los parlamentarios socialistas españoles votando con Le Pen en contra del respeto a los derechos humanos en Marruecos y para más inri la resolución la negoció la presidenta del Grupo Socialista, que es una española. Negoció el texto y luego le dijo a los españoles que votaron en contra para que no se enfade el sultancito.
¿Qué te han encontrado los marroquíes en el teléfono Pedro Sánchez? A mi me da curiosidad histórica, no es maldad, ¿qué te han encontrado?