Mediodía COPE te cuenta la última hora: El TC suspende el Pleno y aplaza el debate sobre el recurso del PP
Bueno, este es el resumen de los hechos, asépticos. Miren, hasta ahora hacía falta el consenso de 210 diputados para renovar el Poder Judicial. ¿Por qué? Porque era una garantía de que no dependiera la cosa de un partido; ahora, con un fraude dependerá de Sánchez y el Tribunal, también; solamente con 160 diputados. Esa es la diferencia, ese es el atentado contra la democracia y las reglas que nosotros nos habíamos dado.
Ayer, en la sesión de del Congreso, la izquierda desde Bildu al PSOE subió a la tribuna con una consigna que han repetido todos como loros o como borregos o como lo que ustedes quieran: "Si el Constitucional impide esta votación están dando un golpe de Estado como Tejero el 23F", y esa gran ocurrencia la fueron repitiendo uno detrás de otro. O sea los golpistas y sus aliados llamando golpista ni más ni menos que al Tribunal Constitucional, incluso el socialista Felipe Sicilia equiparó al Partido Popular con Tejero. Es que, qué puede decirse… ayer estuvo bien Cuca Gamarra en su respuesta. O sea, el Gobierno acusa de golpistas a quienes han tratado de parar el autogolpe autócrata de Pedro Sánchez con modos e intervenciones llenas de un azufre apestoso que crearon una confrontación inédita, lo cual ya es decir mucho. Toda esta escoria parece que es que estén añorando el Congreso previo a la Guerra Civil, todo para avalar un referéndum en el futuro, que es la última condición. Recuerden que pusieron primero, la amnistía, que de forma de forma trasera se ha aprobado con el retoque de la sedición y el de la malversación; y segundo, un referéndum que dice el Gobierno que no va a haber. Pero si quieren yo les pongo en cascada todas las cosas que dijeron que no iban a pasar y han pasado.
Amenazas directas al Constitucional, pero el fondo de la argumentación que ayer escuchábamos en el Congreso de los Diputados fue exactamente el mismo que escuchamos hace 5 años a los independentistas catalanes: “Somos la mayoría y por lo tanto tenemos derecho a hacer lo que nos da la gana”. Oigan, también el Parlamento catalán tenía una mayoría independentista en 2017. Según ese razonamiento Puigdemont y Junqueras habrían estado en su perfecto derecho para declarar la independencia, porque de hecho era lo que decían constantemente. Pero en democracia la mayoría no está legitimada para hacer lo que le dé la gana: no puedes declarar la independencia, no puedes cambiar la Constitución por mayoría simple, no puedes aprobar leyes que vayan contra la Constitución… Tener la mayoría te permite cambiar la ley, pero no incumplir la ley.
Ayer, bueno, al PSOE ya le va bien alimentar una crisis institucional porque es la cuartada que necesita para enterrar el régimen del 78. No le den muchas más vueltas, porque esa es la clave de todo lo que está pasando. Ellos mismos provocan el incendio; ellos mismos tensionan el Estado de Derecho; ellos mismos benefician a los golpistas; ellos mismos abaratan la corrupción política; y sí, ellos mismos se hacen las víctimas, son auténticos maestros. Ayer, se cometieron una auténtica sarta de barbaridades: modificar el Código Penal para beneficiar a unos delincuentes, a petición de los delincuentes; desproteger al Estado ante el próximo golpe sedicioso; facilitar que los políticos puedan robar dinero público si pueden demostrar que no se lo han metido en el bolsillo; pero sobre todo, acabar con los contrapesos que obligan a los políticos a pactar con sus adversarios ideológicos el equilibrio de las instituciones; con tal de asaltar el Poder Judicial, con tal de controlar, y ahí tienen ustedes la maldad suprema, al Constitucional y no se le mueve una ceja. Es más hoy hay poderosos medios de comunicación que siguen vendiendo ese relato y habrá ciudadanos de pie, compatriotas de usted, que se lo van a creer.
Lo de ayer es prácticamente la puntilla para el espíritu de la Transición. Hay que preguntarse cómo es posible que lleguemos a esto, a que los delincuentes se presenten como si fueran los jueces, a que los golpistas tengan más influencia que los constitucionalistas y a que la democracia se pueda sustituir por una autocracia tan fácilmente. ¿Qué esperanza queda? Muy leve, que cuando vayan estas reformas ilegales al Senado el Constitucional se haya pronunciado ya contra el fraude de ley; o en que los barones del PSOE, en fin, alguien se plante; o que en Europa alguien se dé cuenta de que la democracia española está en peligro. Piensen ustedes el papelón que tiene el Rey ahora, en el discurso de esta próxima Nochebuena
Tal y como están las cosas ahora mismo, el discurso que hizo el Rey en el 2017 ahora sería tildado de golpista. O los ciudadanos reaccionan y se plantan pacíficamente, y desde luego, utiliza en el voto para una censura radical a esta deriva; o aquí, efectivamente, nos encontramos ante la autocracia de Pedro Sánchez que quiere, pretende y va a conseguir controlar todos los poderes: el Ejecutivo, el Legislativo, pero es que también el Judicial. Ya veremos qué es lo que dice, ya le digo, el Tribunal Constitucional el próximo lunes. No esperen heroicidades, pero la mayoría, en teoría, le daría la razón a aquellos que han pedido un recurso, unas medidas cautelarísimas previas a todo eso.
El Rey Falipe VI
Pero miren, algo hay que hacer. Entre Sánchez; bueno ya no hablemos de Meritxell Batet, la indecente, más indecente que puede presidir un Congreso de los Diputados, porque bueno los Sicilia y compañía son escoria, menor. Pero Batet es la tercera autoridad de la nació. Con Otegi y Junqueras aplaudiendo. Están dando un autogolpe de Estado, a diferencia del caso catalán tuvo respuesta del Estado de Derecho pero aquí han asaltado primero, el Estado de Derecho para garantizarse el éxito. Abusamos de la palabra golpe, posiblemente, posiblemente, vamos a dejarlo en asalto para que la sensibilidad de muchos no…
Ante nuestros ojos se está produciendo un asalto al Estado de Derecho.