Analiza Carlos Herrera el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado
COPE
Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
Pues como no quiere la cosa, nos hemos plantado en el 19 de octubre, en este miércoles un poco pasado por agua, tampoco mucho ¿eh?, un poco pasado por agua por buena parte de la Península, sol en Canarias y un día en el que empieza a entreabrirse la puerta del fresco. Fíjense ustedes que puede ver algunos que tengan necesidad de que llegue el frío del general inviernon pero tal y como están las cosas cuanto más tarde el frío seguramente mejor para todos.
SÁNCHEZ VS FEIJÓO EN EL SENADO
Ayer hubo debate en el Senado, ese tipo de debate, ese tipo de encuentro político que que puedo hacerme muy pesado con esto pero que seguramente tiene más interés para la los que ejercen la política, especialmente para quienes contamos la película que somos los periodistas que para la gente en común. Por eso, lo que se pide es resúmame, dígame qué pasó, qué dijeron porque la verdad no tengo yo ahora mismo paciencia para ver un debate en el Senado entre el presidente y el líder de la oposición. Yo me permito a resumírselo en tres o cuatro flashes para que nos dejen un recuerdo de lo que ha sido. No puede decirse que le saliese bien a Sánchez este debate, le cojo el titular a Pilar Cernuda de su artículo en Diario de Sevilla: “El problema de Sánchez se llama Feijoó“, porque tuvo una primera intervención, de verdad, demoledora. Y hay un titular que sobrevuela el resto de una frase que dijo Sánchez: “Gestionaré la crisis inflacionista igual que gestioné la pandemia”. Madre mía del amor hermoso, madre mía del amor hermoso.
La realidad de cómo gestionó la pandemia esa de que saldremos más fuertes, es que tuvimos la peor destrucción del PIB del mundo junto a Argentina; que tenemos el peor desempleo de Europa aunque ahora los parados le llamemos fijo discontinuo; que pagamos casi más que nadie por la luz y por el gas por mucho truco del tope que se saque de la chistera que no es sino un pago referido a más adelante; que nos vamos a gastar 30 mil millones, que no tenemos, solo en pagar intereses de la deuda; somos el único país de Europa que aun creciendo no ha recuperado los niveles previos a la pandemia; padecemos una inflación subyacente superior a la media y vivimos con la respiración asistida, efímera, de los fondos europeos; la suspensión de la regla de gasto de Bruselas y la recaudación extra de la inflación… esa es la realidad. La conoce exactamente igual de bien que yo.
Ayer, lo que hubo en el Senado fue intercambio de esos datos, no hubo insultos ni empujones dialécticos, habló tres veces más Sánchez que Feijóo y fue mejor que la otra vez, particularmente más punzante. Sánchez ayer quiso hacer, hombre de presidente no del líder de la oposición de la oposición, y entre los dos evitaron la bronca. Eso quiere decir, seguramente, que hay acuerdo o va a haber acuerdo, o está camino del acuerdo la renovación del Poder Judicial. Pero evidenciaron que son dos mundos diferentes, completamente; uno responsable y otro irresponsable. Ayer lo certificó la AIReF y la Fundación de Cajas de Ahorro. La Autoridad Fiscal Independiente cuya presidenta Cristina Herrero hizo en el Congreso lo mismo que había hecho el día anterior el gobernador del Banco de España, es decir, hacer la autopsia los presupuestos del año que viene y llegar a una conclusión: esas cuentas huelen a muerto antes incluso de haber visto la luz.
Para saber que estos Presupuestos no cuadran solo hace falta saber sumar, y una de las claves las vienen dando estos días, he insistido a lo largo de la mañana, vienen dándola autoridades de todo tipo: desde el Banco de España, la AIReF, Funcas, etc, etc. Oiga, usted, con ingresos meramente coyunturales no puede establecer gastos estructurales porque lo coyuntural desaparece pero el gasto estructural se queda y eso va a cuenta de la deuda, una vez más. Se insiste y se insistió, bueno ayer, vamos a ver cómo se lo puedo explicar: se insiste en que somos los líderes de la recuperación, lo dice Sánchez y eso es mentira. Todos los países de nuestro entorno han alcanzado el nivel de PIB precovid y España no, y dice este hombre que va a gestionar la crisis como gestionó la pandemia. Exhibe un triunfalismo barato que resulta realmente insultante. El instinto, la intuición, la que tiene usted, la de la gente, nos dice que nos abocamos a un tiempo mucho peor de que presagia el Gobierno; y en 20 minutos que es lo que tuvo de tiempo Feijóo, mucho menos que la hora y pico a las 2 horas o lo que tuviera Sánchez, desmontó ese merengue, el merengue de la previsión presupuestaria que solo se cree el Gobierno, que no se cree nadie más. Hacía falta solo soplarlo con datos, Feijóo le dijo más: “Estoss van a ser los últimos presupuestos que usted haga como presidente”, porque cualquiera entiende que crear un gasto fijo en base a un ingreso no garantizado es literalmente un suicidio, un auténticosuicidio.
Verán, falta de realismo, cuentas que nacen viciadas de antemano, según la señora Herrero, por ejemplo que ayer estuvo yo les digo en el en el Congreso, porque traen un posible desequilibrio de hasta 40 mil millones de euros. ¿Él sabe la barbaridad que son 40 mil millones de euros? Recuerden que lo que hubo que echar al agujero de las cajas de ahorro, no de los bancos ¿eh?; el rescate de la banca… no, no, a los bancos no hubo que rescatarlos, hubo que rescatar las cajas de ahorros que estaban gobernadas por políticos. Fue 60 mil millones. Pues, el agujero de las cuentas públicas puede estar en una horquilla de 40 mil millones. LA AIReF ha venido a confirmar lo que todos sabemos, si lo decimos somos muy maleficentes. El Gobierno lo está basando todo en sangrar a la clase media, la mitad de los ingresos de este año y hasta el 75 % de los ingresos previstos del 202 3 salen de la inflación. ¿Cómo le van a bajar a usted un el IRPF a poco que gane más de 21000 €, por cierto, si todo el chiringuito lo están basando en la sangría que le están haciendo a ustedes en el bolsillo?
Bueno, pues ayer Feijóo pidió realismo en las cuentas con la base de las previsiones de que todo el mundo, menos Sánchez, da por supuestas. Pero eso no parece probable. Sánchez ayer optó por un tono menos guerracivilista, algo más civilizado, y en fin se agradece ahora que se acercan las elecciones a un año y poco vista y que podemos pintar menos que Putin en una reunión de la OTAN. Y puede hacerse de nuevo el socialdemócrata moderado: una fotito con González, una bandera de España por aquí por allá ,y de nuevo a vender que gobernar con separatistas y populistas le provocaría insomnio. Bueno, bienvenido; pero le conocemos demasiado y ayer se pudo comprobar en ese debate que desmontarle no es tan difícil. Desmontando a Sánchez