COPE
El actor asturiano, Javier Gutiérrez, ha pasado por 'Herrera en COPE' para hablar de la nueva película donde participa, "Modelo 77"
Año 1977, en La Modelo de Barcelona, un joven contable, está encarcelado y pendiente de juicio por un desfalco que le puede costar entre 10 y 20 años. Tiene pocas esperanzas de conseguir la libertad, pero en La modelo impera la ley del más fuerte. El compañero de celda de este joven contable, es de los que piensa que si las cosas estaban cambiando fuera, también podían hacerlo dentro de la propia cárcel. Ese compañero de celda es Javier Gutierrez en la película “Modelo 77”. La película ha sido rodada en la misma cárcel sin necesidad de utilizar un decorado. Para un actor rodar en el lugar de los hechos es todo un privilegio: “Son palabras mayores, son de estos regalos que te ofrece la interpretación cuando puedes interpretar y volver al lugar de los hechos. La cárcel es un protagonista más de la película”. “La cárcel Modelo, una de las peculiaridades era que estaba en el corazón de Barcelona, y la curiosidad que tenía es que la gente de fuera podía ver cómo vivían los presos su día a día”- Dice Javier.
El actor siempre que estudia un papel nuevo, le gusta investigar y hablar con personas cercanas o los mismos protagonistas que está estudiando. Por eso, Carlos Herrera, le pregunta que donde está el límite entre ser un actor con tanta personalidad como es él y hacer siempre papeles tan diferentes y de éxitos (Campeones, los Últimos en Filipinas, etc.) y ser un actor que no tiene ninguna relación con el personaje. Javier responde: “Yo creo que todos tenemos una peculiaridad, yo no puedo deshacerme de mi forma de caminar por ejemplo, de mi físico. Creo que mi éxito reside en parecerme al español de clase media que no para de mirarse al espejo, yo no dejo de mirarme en el espejo. Me gusta reconocerme ante él y no dejar de trabajar”.
Con 18 años, el actor que ha ganado dos premios Goya, llegó a la capital de España, Madrid, para cumplir su sueño, ser actor. Su primer sueldo se lo gastó en ir al teatro, es algo que siempre le ha fascinado. Javier reconoce que: “La gente que llega nueva y con ganas de ser actor, ni va a pisar las tablas, ni tiene ganas de subirse al escenario y yo creo que eso es esencial para ser actor, a mi es lo que más fuerza me da”.
Ahora mismo se encuentra en Sevilla expresamente para la presentación de la película. Gutiérrez está muy contento con el recibimiento de la ciudad: “La estrenamos ayer por la noche y fue brutal. Da mucho gusto ver una sala de cine llena después de haber salido de la pandemia”. “No hay mejor experiencia que regresar al cine y ver una película como Modelo 77 en la pantalla grande, que es lo que se merece”.