"¿Qué le robaron del móvil?" se pregunta Carlos Herrera en el editorial del viernes, para poder comprender qué está pasando, qué nos estamos perdiendo
COPE
Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
Estos días yo les hablaba de la ola de calor y la responsabilizaba al ciclón Alex, pero ha explicado Maldonado que Alex aquí no tiene nada que ver. Que a cada uno lo suyo, que esto es un anticiclón con una masa sahariana, masa de aire y que nos va a dejar altas temperaturas. Ya nos las está dejando, pero nos va a dejar altas temperaturas durante todo el fin de semana. Parece que todo viene del Sahara, parece que todo venga del Sahara o Sáhara – como prefiera usted-.
Desde luego la política española, ahora mismo, podría ser descrita como la crónica de una necedad, donde todo lo que podía salir mal, ha salido mal, pero, incluso, perfilando o reperfilando las teorías de Murphy, hasta lo que podía salir bien, también, sale mal gracias a un Gobierno absolutamente inepto.
Argelia no perdona
El caso de Argelia es, ciertamente, de libro y podemos dedicarle horas a todos sus estragos inmediatos. Existe un claro riesgo de quedarnos sin el 25 % , el 26 % del gas que consumimos aunque ese riesgo es menor. Lo que sí es cierto es que ese gas va a ser mucho más caro. Ahora el mejor amigo de Argelia es Italia. Vamos a perder hasta 3.000 millones en exportaciones, pueden enviarnos pateras como si fuera el desembarco de Normandía y hay miedo a que miren para otro lado con el caso del yihadismo.
Los argelinos no perdonan. Les recuerdo que en Mallorca, en una noche, llegaron casi 1.000 argelinos en pateras. Parecía que lo tenían preparado. Simplemente con que hablara Pedro, el botones Sacarino, en el Parlamento español y soltaron el zasca. Como si lo tuvieran perfectamente previsto. Tal como hablaba Pedro Sánchez en el Parlamento le dejan en calzoncillos. Ya saben ustedes que, a cambio de nada, se cedió la postura española en el Sáhara a Marruecos que no ha renunciado ni a Ceuta ni a Melilla, bueno, ni a Canarias, ni siquiera ha reabierto las fronteras comerciales. España no ha ganado nada y ha perdido casi todo, por eso, no hay que dejar que los árboles tapen el bosque y hay que hacerse preguntas claves: ¿por qué, qué ha pasado aquí? ¿Qué nos estamos perdiendo?
Hace un año, Sánchez coló a escondidas al amigo de Argelia del Frente Polisario y justo un año después Argelia ha roto relaciones. Él se ha ido, Sánchez, a visitar al rey Mohamed VI para repetir con él, sin contar con nadie, y saltándose al Congreso, a la oposición y hasta a la Corona, las mismas genuflexiones que nos tiene habituado con sus socios -que ya conocemos todos- y la única novedad, entre ambas escenas, es que supimos, gracias a él, que fue espiado y que le robaron el contenido del teléfono móvil.
Parémonos ahí. No dejamos que la tinta calamar habitual de Pedrito, de Albares y de El País nos confunda. Hay que pararse ahí y hacer la pregunta del millón las veces que haga falta: ¿Qué te robaron del móvil? Seguramente lo que tenías guardado, botones Sacarino, eran conversaciones con tus ministros. Cualquier móvil de un presidente es muy interesante y hacer públicas todas esas conversaciones, pues, seguramente, dejan en una situación incomoda porque vete tú a saber lo que se dice.
¿Qué te robaron del móvil?
¿Qué saben de Sacarino que explique este volantanzo y el nuevo lío en el que ha metido a España? Y la mera duda es un escándalo. Estaríamos hablando de un presidente que se deja extorsionar y paga el rescate con los intereses nacionales. Así que le preguntamos lo que le pregunta toda España: ¿qué saben Sánchez para que todos los desastres que provocan España a todos les añada otro con graves repercusiones por los intereses internacionales de nuestro país?
Albares se iba a ir a la Cumbre de las Américas, cuya presencia estaba más que justificada, pero, rápidamente, se va a Europa para que Europa, al menos, que ayer ya hizo una declaración hasta el límite que puede hacer la Unión Europea dijera que la ruptura de relaciones comerciales y de otro tipo, lo es con la Unión Europea. Pero seguramente hasta ahí puede llegar. Ni hemos arreglado nada con Marruecos -porque Marruecos nos la puede liar mañana mismo-, y hemos destrozado la relación con Argelia, que es nuestro principal suministrador de gas -casi un 25 %- en el momento de mayor crisis energética desde los años 70. Todo es tan patético que hoy el diario El País cita fuentes de Moncloa (que ya saben ustedes que es el dictado que les realiza Bolaños), en el que reconocen fallo de cálculo con Argelia, es decir, todos estos ineptos que nos gobiernan están realmente sorprendidos de que Argelia se haya enfadado tanto porque hemos decidido someternos a Marruecos y entregarle el Sáhara. Es que parecen nuevos, es que aparecen becarios recién salidos de la universidad – con todo el respeto para los becarios, por cierto que se esfuerzan mucho y trabajan mucho y seguramente no en las mejores repercusiones). Pero, ahora, lo único que sabe hacer el ministro es decir vaguedades ante un problema enorme generado por su falta de pericia.
Firme te han puesto a ti. Pero, en cualquier caso, Albares podrá exhibir ineptitud, desde luego sectarismo a raudales, pero Albares no hace nada que no le diga su presidente. Evidentemente en estas materias, Albares queda fuera de juego y, ahora, a correr a Bruselas a pedir a la Comisión que de la cara por ti, que diga lo que dijo ayer: 'que Argelia tiene que recapacitar porque cancelar el comercio con España es cancelar el comercio con la Unión Europea' y bla bla bla.
Si los argelinos suspenden el Tratado de Buena Amistad con España, lo suspenden y ya está. Y ahora el problema lo tienen muchas empresas que comercian con Argelia por valor de 2.000 millones o 3.000 millones de euroa al año. El sector de la carne, bienes de equipo, manufactores de consumo, materias primas, automóvil, cerámicas, productos semi manufacturados... Porque los contratos firmados con empresas privadas, hombre, son difíciles de incumplir y seguramente tampoco le interesa Argelia porque, además, entrarían arbitrajes internacionales, etcétera etcétera, pero sí nos pueden encarecer cualquier renovación.
Como Argelia afloje en el control del yihadismo, el asunto es grave
Y luego está el asunto de la lucha antiterrorista, es decir, que a Argelia le dé por aflojar su esfuerzo por controlar el yihadismo es un asunto muy grave. Y Sánchez callado, es un ectoplasma. La damisela del móvil espiado estuvo ayer en la sede de la NASA en Robledo de Chavela, oiga, no se le puede acercar un periodista a menos de 10 metros. Y Sánchez, ahora mismo, solo debería tener dos opciones: o explica a la sociedad española y la hace participe de los motivos que le han llevado a ceder ante Marruecos -si es que los motivos son confesables y no fruto de un chantaje-, o rectificar porque a malas con Argelia -con el gas en solfa-, no podemos estar. Y no es el único asunto que tiene que preocupar a la sociedad española o al Gobierno. Es que el Banco Central Europeo ha pronosticado que la inflación va para largo y que, además, se cesa en la compra de la deuda y se suben los tipos de interés. Ahora tendremos que salir al mercado, tendrá que salir el Gobierno al mercado, los inversores si no les gusta lo que ven, cuando revisan tus cuentas y tu solvencia, te van a pedir más intereses para confiar en ti, es decir, nos va a costar más financiarnos. Y ahora se ve el efecto pernicioso que ha tenido, todos estos años, abusar de la compra masiva de deuda, del dinero barato, porque el único sentido es para que los países se sanen, pero qué pasa cuando te toca una desgracia de Gobierno como el de Pedro Sánchez, pues que las condiciones blandas solo sirven para que, como los malos estudiantes, no reestructures la deuda porque tú como progre que eres no vas a hacer recortes y espérense a las previsiones macroeconómicas hoy del Banco de España y al dato definitivo del IPC de mayo que lo conoceremos a las 9 de la mañana”.