La postura del PSOE en el Congreso de los Diputados no apoyando a las víctimas de ETA, el aniversario del 1-O y la última hora de La Palma en los temas de la editorial de hoy
COPE
Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!
¿Qué tal están? Ya son las 8 de la mañana, qué tarde se hace ¿verdad?, de un viernes primero de octubre, Día mundial del café, el café al que tanto le debemos. Este café que todas las mañanas me bebo por litros porque es mi café favorito, sol y crema de Motril.
Bueno, pues una mañana, viernes 1 de octubre, a las puertas de un fin de semana más cercano a la normalidad después de que la pandemia no dé algún qué otro respiro y precisamente, el respiro es lo que más preocupa ahora mismo en la isla volcánica, en la isla de La Palma, después de la erupción volcánica. También podría decir isla volcánica de La Palma.
Hace cuatro años, Sánchez defendía la Constitución
Miren, hoy, 1 de octubre, además de lo del café y todo eso..., se cumplen cuatro años de aquel golpe de estado que fue la convocatoria de un referéndum ilegal de una, bueno, de un simulacro de cosas ridículas que hicieron unos cuantos en Cataluña y luego la declaración de independencia de que duró 3 segundos de Puigdemont (hay cópulas de conejos más prolongadas) y todo ello acabó con la aprobación de un 155, la destitución de Puigdemont, de todo el Gobierno de la Generalidad, el procesamiento y condena de los cabecillas y la huida de Puigdemont en el maletero de un coche.
En aquellos tiempos, el entonces líder de la oposición, defendía la Constitución, respaldaba el endurecimiento del delito de rebelión, prometía poner a Puigdemont a disposición de la Justicia, rechazaba enérgicamente llegar a la presidencia con los votos del independentismo catalán y vasco y no digamos con el populismo de Podemos -con el que no podía dormir-, y a todos ellos les calificaba de peligro público. Pero en 2018, se produjo el milagro, la transformación de Sánchez, se comió sus palabras, impulso con ellos una moción de censura contra Rajoy -que ha sido una moción de censura contra España-, se ha demostrado con el tiempo, porque era el precio a pagar por aceptar el apoyo de todos los que aceptó y Sánchez lo paga a plazos desde entonces. En estas últimas 24 horas, la factura sido insoportable. De un lado, hemos visto como el juez Llarena ha tenido que recordarle a la Justicia italiana que su euroorden de detención de Puigdemont sigue vigente por mucho que Sánchez haya movilizado a la Abogacía del Estado para, metiéndose en un terreno ajeno, intentar desmontarla. La Abogacía del Estado no es quién para ir comentando conclusiones que son elementalmente judiciales y que le corresponden al instructor, y ¿eso no lo saben en la Abogacía del Estado o es que ese día no fueron a clase? Ese error -en el caso de que haya sido un error-, ¿no le va a costar a nadie nada, un apercibimiento, al menos?
La peor tropelía de Pedro Sánchez
Y por otro lado, hemos al PSOE votando con Bildu para rechazar una iniciativa parlamentaria destinada a que evitar homenajes públicos a etarras como Henri Parot, asesino de 40 víctimas mortales entre ellas cinco niños. Cómo lo están escuchando: ayer el PSOE dijo que no a una proposición parlamentaria para impedir prohibir homenajes a etarras con la escusa de que ya está estudiando él una cosita aparte, lo cual es mentira, literalmente mentiras. Pero, también a la Transición, también, a ratos, a la Corona, a menudo a la Constitución y con mucha frecuencia a la convivencia. Olvidarse cosas de su partido, que siempre defendió las víctimas de ETA, desde luego, porque entre otras cosas hay muchas víctimas de ETA del Partido Socialista. Pero han blanqueado el independentismo vasco, le ha dado las llaves de las cárceles mientras le pone un esparadrapo a las víctimas -que le molestan bastante más que los amigos de los terroristas-, y de todas las tropelías que Sánchez ha hecho, hace y hará para sobrevivir, de todas las tropelías, la más grave son estas, alquilarse la presidencia, legitimando, rehabilitando, blanqueando todo aquello que debería combatir y humillando a todo aquello que debería proteger. Hasta Europa le ha pedido que saque sus zarpas de la Justicia, que auxilie a las víctimas, pero, bueno, acabará llamando franquistas a los europeos y llamando diálogo a eso, que para todos es, simplemente ceder, bajada de pantalones.
¿Está su factura de la luz razonablemente controlada, tal y como afirma la ministra Teresa Ribera?
El marido de la ministra Teresa Ribera da lecciones de periodismo, ahora
El día de hoy se complementa con otras noticias que sin duda alguna les interesará mucho como es que la luz vuelve a estar otra vez en un máximo histórico. ¿Cuántas veces les he dicho ya lo del máximo histórico? Ya es que me da la risa cada vez que les digo lo del máximo histórico. Un nuevo máximo histórico que, por cierto, fíjense ustedes, el marido de la ministra Teresa Ribera que es Mariano Bacigalupo, apellido de largo recuerdo en cuestiones judiciales en España, ayer en unas jornadas sobre el sector eléctrico (este es consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), nos dio una lección de periodismo diciendo que es inaudito, sin parangón, insólito, en Europa que abramos informativos hablando sobre el precio de la luz, 'es que la gente se angustia'. Ah bueno, pues claro. Entonces, cuando -es que no lo escuché yo a Bacigalupo-, hace años cuando se hacían reportajes sobre la pobreza energética y se iba a casa de una familia que no tenía para enchufar el hornillo o el aire o la calefacción o lo que fuera porque la luz había subido un 40% durante 2 meses. Ahora que ha subido un 300%...oiga no veo los reportajes, es que no veo y lo sigo con mucho interés, estoy viendo algunas cadenas de televisión, leyendo periódicos y digo hoy vendrá, hoy vendrá: “Familia Telerín de no sé dónde a oscuras sin poder encender la luz”. Ni una. Hombre, la próxima vez Bacigalupo ten un poquito de valentía para hacer esa misma reflexión cuando los progres se vuelvan locos con la pobreza energética, que será cuando gobierne un gobierno que no sea de este cuentista y la luz suba un 5%. Entonces... ¡Buah!.”