COPE
Se estrena el documental "WIld COVID, pandemia salvaje"
En el Masai Mara, un equipo de Televisión Española, no regresó cuando se desató la pandemia del COVID. El aeropuerto cerrado y ellos allí, sin poder salir. Pasaron el confinamiento entre leones, cocodrilos, hienas y elefantes. Y es que cuando en Kenia desaparecen los humanos, los vecinos animales, campan a sus anchas.
Lo que vivieron estas personas, lo filmaron en un documental que podremos disfrutar ahora, para hacernos una idea de lo que es de verdad la libertad en tiempos de COVID.
Uno de ellos fue Regis Francisco, periodista y realizador de televisión, y Jorge Alesanco, etólogo que vive en Masai Mara desde hace 15 años. ¿Cómo lo vivieron? “Fue algo muy exclusivo y muy inesperado” dice Regis, que estaba grabando “El Rey de la Sabana” con Jorge Alesanco de protagonista, el primer hombre que ha conseguido convivir con una manada de leones.
La pandemia les pilló en medio de la Sabana y pudieron presenciar un comportamiento insólito de los animales, que habían sufrido unas lluvias torrenciales que casi acaban con su ecosistema. No fue el COVID lo más grave, y Alesanco asegura en Herrera en COPE que sobretodo afectó a los carnívoros, que sufrieron una gran hambruna. Jorge Alesanco se ganó la confianza hace años de una manada de leones que se asentó en su zona: “A veces me veo desde fuera y no puedo creer que pueda estar a 10 centímetros de un león”. Pero no quiere humanizar a los leones, “prefiero mantenerme al margen, no busco un afecto ni un contacto físico, yo quiero que me respeten pero sin tocarlos, es la manera más inteligente de tratar a una manada de leones”.
De esta pandemia, los animales se han hecho con los espacios donde antes estaban los humanos, en el aeródromo donde esperan los pasajeros, pero una cosa reconocen: El Masai Mara necesita a los turistas para que sigan cuidando este lugar, donde la ley la marcan sus animales, y la belleza de su rutina diaria. Quien sabe cómo será cuando todo vuelva a una cierta normalidad. Afortunadamente las cámaras de algunos tan apasionados como Jorge Alesanco o Regis Francisco, nos lo contarán.