18 de diciembre de 2020 |
Entrevista a Pablo Cano
|
Entrevistado:
"Pablo Cano"
|
|
“Creo que hacía falta recordar a mi padre con este disco”
|
|
COPE
Este sábado se cumplen 20 años de la muerte de Carlos Cano y su hijo Pablo le rinde homenaje con un recopilatorio de lujo
Este 19 de diciembre se cumplen 20 años de la muerte del cantautor granadino Carlos Cano. Pronto cumpliría los 75 años. A Carlos Cano se lo llevó una dolencia cardíaca, de la que había sido operado cinco años antes en Nueva York. “Un creador inagotable”, es como lo define
|
Carlos Cano - "Habaneras de Cádiz"
Habaneras de Cádiz
Desde que estuve, niña en la Habana
No se me puede olvidar
Tanto Cádiz ante mi ventana, tacita lejana
Aquella mañana pude contemplar
Las olas de la caleta, que es plata quieta
Rompían contra las rocas de aquel paseo
Que al bamboleo de aquellas bocas, allí le llaman "El Malecón"
Había coches de caballos, era por mayo
Sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra
Y me traían
Ay tierra mía, desde mi Cádiz el mismo son
El son de los puertos
Dulzor de guayaba
Calabaza huerto
Aún pregunto quién me lo cantaba
Que tengo un amor en la Habana y el otro en Andalucía
No te he visto yo a ti, tierra mía, más cerca que la mañana
Que apareció en mi ventana de la Habana colonial
To' Cádiz, la Catedral
La Viña y el Mentidero
Y verán que no exagero, si al cantar la habanera repito
La Habana es Cádiz con más negritos
Cádiz es la Habana con más salero
Verán que tengo mi alma en La Habana
No se me puede olvidar
Canto un tango y es una habanera, la misma manera
Tan dulce y galana, y el mismo compás
Por la parte del Caribe, así se escribe
Cuando una canción de amores, canción tan rica
Se la dedican los trovadores a una muchacha o a una ciudad
Y yo Cádiz te dedico, y te lo explico
Porque te canto este tango, que sabe a mango
De esta manera, esta habanera, de piriñaca y de carnaval
Son de chirigota
Sabor de melaza
Guantánamo y Rota
Que lo canta ya un coro en la plaza
Que tengo un amor en la Habana y el otro en Andalucía
No te he visto yo a ti, tierra mía, más cerca que la mañana
Que apareció en mi ventana de la Habana colonial
To' Cádiz, la Catedral
La Viña y el Mentidero
Y verán que no exagero, si al cantar la habanera repito
La Habana es Cádiz con más negritos
Cádiz es la Habana con más salero
Su hijo Pablo Cano, que nació cuatro años antes de la muerte de su padre, ha querido rendirle homenaje con un disco recopilatorio que cuenta con las voces de grandes artistas y algunas versiones remasterizadas. Un recuerdo a quien fuera el gran revolucionario de la copla que llega en un momento en el que “creo que hacía falta recordar a mi padre”, expresa su hijo.
Recuerda Carlos Herrera una anécdota que vivió con Carlos Cano cuando nació Pablo. “Estaba yo con tu padre en la televisión, en una entrevista, y cuando terminamos me dijo “me voy corriendo que está naciendo mi hijo””.

"¡Viva Carlos Cano!", es un doble CD con un libreto de más de 200 páginas con una biografía extensa a cargo del escritor y periodista Juan José Téllez, que incluye fotos de toda su época y la letras de todas las canciones.
Algunas de las canciones que podemos escuchar en este doble CD son Estrella Morente ("Sin tí no puedo vivir"), que se publica como primer single), Pasión Vega ("Rocío") y Rozalén ("María La Portuguesa").
Sin tí no puedo vivir
Me huyes, te persigo me maltratas,
te llamo reniego, te maldigo pero sin ti me muero.
Te cubro de caprichos
me desvivo a tu lado
todo me parece poco
todo te parece raro.
Pendiente de tu vida
que no te falte nada
el sol yo te lo busco y la luna tambien.
Sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir.
Causa de mi perdicion
que me perdone el Señor
sin ti no puedo vivir.
Con la luz de la nieve
cuando estalla el almendro
con el romero verde
y la gallomba en flor.
Libre M pensamiento
paloma del instinto
a tus ojos me rindo
sin poner condicion.
Sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir.
Causa de mi perdicion
que me perdone el Senor
sin ti no puedo vivir.
Llevadme donde la luz llevadme,
quiero cantar
tiene el corazon razones
que nadie sabe explicar.
Llevadme donde la luz llevadme,
quiero cantar
tiene el corazon razones
que nadie sabe explicar.
Amor si tu supieras
el valor de la noche
cuando el alma se pierde
buscando una cancion.
Removiendo en la vida la niebla,
los fantasmas buscando
en las palabras
trozos de corazon.
Vencido por la luna
que es mi destino
preso preso en su pasodoble
llega el amanecer.
Sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir.
Causa de mi perdicion
que me perdone el Senor
sin ti no puedo vivir.
Sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir,
sin ti no puedo vivir.
Rocío
De Sevilla un patio salpicao de flores
Una fuente en medio con un surtidor.
Rosas y claveles de tos colores
Que no los soñara mejor ni un pintor.
Junto a la cancela de hierro forjao
Hay una mocita de tez bronceá
Y juntito a ella moreno y plantao
Un mozo encendío que hablándole está:
La luna, rosa de plata, el patio baña de luz,
Mu cerquita de su novia dijo el mocito andaluz:
Rocío, ay, mi Rocío manojito de claveles,
Capullito florecío, de pensar en tus quereres
Voy a perder el sentío, porque te quiero
Mi vía como nadie te ha querío, Rocío, ay, mi Rocío.
Ahora es otro el patio salpicao de rosas,
Patio de las monjas de la Caridad,
Donde hasta la fuente llora silenciosa
La canción amarga de su soledad.
Regando las flores hay una monjita,
Que como ellas tiene carita de flor.
Y que se parece a aquella mocita
Que tras la cancela le hablaba de amor.
La luna, rosa de plata, el patio bañao de luz
Mas ya no suena la copia de aquel mocito andaluz.
Rocío, ay, mi Rocío manojito de claveles,
Capullito florecío, de pensar en tus quereres
Voy a perder el sentío, porque te quiero
Mi vía como nadie te ha querío, Rocío, ay, mi Rocío.
Rocío, ay, mi Rocío
Rocío, ay, mi Rocío
Maria La Portuguesa
En las noches de luna y clavel,
De Ayamonte hasta Villareal,
Sin rumbo por el río, entre suspiros,
Una canción viene y va.
Que la canta maría
Al querer de un andaluz.
María es la alegría
Y es la agonía
Que tiene el sur.
Que conoció a ese hombre
En una noche de vino verde y calor
Y entre palma y fandango
La fue enredando, le trastornó el corazón.
Y en las playas de isla
Se perdieron los dos,
Donde rompen las olas, besó su boca
Y se entregó.
¡Ay, María la Portuguesa!
Desde Ayamonte hasta Faro
Se oye este fado por las tabernas.
¿Dónde bebe viño amargo?
¿Por qué canta con tristeza?
¿Por qué esos ojos cerrados?
Por un amor desgraciado,
Por eso canta, por eso pena.
¡Fado! Porque me faltan sus ojos.
¡Fado! Porque me falta su boca.
¡Fado! Porque se fue por el río
¡Fado! Porque se fue con la sombra.
Dicen que fue el "te quiero"
De un marinero, razón de su padecer.
Que en una noche en los barcos
Del contrabando, p'al langostino se fue.
Y en la sombra del río,
Un disparo sonó.
Y de aquel sufrimiento
Nació el lamento
De esta canción.
¡Ay, María La Portuguesa!
Desde Ayamonte hasta Faro
Se oye este fado por las tabernas.
¿Dónde bebe viño amargo?
¿Por qué canta con tristeza?
¿Por qué esos ojos cerrados?
Por un amor desgraciado,
Por eso canta, por eso pena.
¡Fado! Porque me faltan sus ojos.
¡Fado! Porque me falta su boca.
¡Fado! Porque se fue por el río
¡Fado! Porque se fue con la sombra.
¡Fado! Porque me falta su boca.
¡Fado! Porque se fue por el río
¡Fado! Porque se fue con la sombra.
El disco se completa con dos nuevas versiones. Una de ellas, a cargo de Miguel Poveda, que interpreta "Casida de los Ramos", y la otra, de su hijo Pablo Cano, que aborda "Qué desespero".
Casida de los Ramos
Por las arboledas del Tamarit
han venido los perros de plomo
a esperar que se caigan los ramos,
a esperar que se quiebren ellos solos.
El Tamarit tiene un manzano
y una manzana de sollozos.
Un ruiseñor agrupa los suspiros
y un faisán los ahuyenta por el polvo.
Pero los ramos son alegres,
los ramos son como nosotros.
No piensan en la lluvia y se han dormido,
como si fueran árboles, de pronto.
Sentados con el agua en las rodillas
dos valles aguardaban al Otoño.
La penumbra con paso de elefante
empujaba las ramas y los troncos.
Por las arboledas del Tamarit
hay muchos niños de velado rostro
a esperar que se caigan mis ramos,
a esperar que se quiebren ellos solos.
Qué desespero
Cuando pienso en tu boca
Siento en mi boca
Dulce calor
Como si fuera un sueño
Se va encendiendo en mi la pasión
Al ritmo lento y lento
Con un bolero, llega el amor,
Oye de madrugada como te llama mi corazón
Ven que no puedo sufrir más
Ven que no se vivir sin ti,
Ven que me falta tu calor
Que tengo ganas de ti
Me muero sin tu amor
Que desespero, que desespero, amor
Que arde mi corazón
Como un lucero,
Y yo tan sólo, y tú tan lejos
Que desespero amor, que desespero.
Dame cariño lento,
Dime cositas, con emoción,
Acércate despacio,
Pon en mis labios, mi corazón
Y yo tan sólo, y tú tan lejos
Que desespero amor, que desespero.
Esta última canción que canta Pablo es especial porque “es una de las canciones que mi padre escribió para mi madre y decidí cantarla porque considero que era la canción adecuada”, cuenta Pablo quien además confiesa que “cada vez que la escucho en la voz de mi padre se me ponen los pelos de punta”
También escucharemos las voces de María Dolores Pradera ("Habaneras de Cádiz"), Luis Eduardo Aute ("Sonata de la luna en Marrakesh"), Miguel Ríos ("Romance a Ocaña"), o Juan Manuel Serrat ("Antonio Vargas Heredia"), entre otros.
Habaneras de Cádiz
Desde que estuve, niña en la Habana
No se me puede olvidar
Tanto Cádiz ante mi ventana, tacita lejana
Aquella mañana pude contemplar
Las olas de la caleta, que es plata quieta
Rompían contra las rocas de aquel paseo
Que al bamboleo de aquellas bocas, allí le llaman "El Malecón"
Había coches de caballos, era por mayo
Sonaban por la Alameda, por Puerta Tierra
Y me traían..
Ay tierra mía, desde mi Cádiz el mismo son
El son de los puertos
Dulzor de guayaba
Calabaza huerto
Aún pregunto quién me lo cantaba
Que tengo un amor en la Habana y el otro en Andalucía
No te he visto yo a ti, tierra mía, más cerca que la mañana
Que apareció en mi ventana de la Habana colonial
To' Cádiz, la Catedral
La Viña y el Mentidero
Y verán que no exagero, si al cantar la habanera repito
La Habana es Cádiz con más negritos
Cádiz es la Habana con más salero
Verán que tengo mi alma en La Habana
No se me puede olvidar
Canto un tango y es una habanera, la misma manera
Tan dulce y galana, y el mismo compás
Por la parte del Caribe, así se escribe
Cuando una canción de amores, canción tan rica
Se la dedican los trovadores a una muchacha o a una ciudad...
Y yo Cádiz te dedico, y te lo explico
Porque te canto este tango, que sabe a mango
De esta manera, esta habanera, de piriñaca y de carnaval...
Son de chirigota
Sabor de melaza
Guantánamo y Rota
Que lo canta ya un coro en la plaza
Que tengo un amor en la Habana y el otro en Andalucía
No te he visto yo a ti, tierra mía, más cerca que la mañana
Que apareció en mi ventana de la Habana colonial
To' Cádiz, la Catedral
La Viña y el Mentidero
Y verán que no exagero, si al cantar la habanera repito
La Habana es Cádiz con más negritos
Cádiz es la Habana con más salero
Sonata de la Luna en Marrakesh
Te conocí de noche en la ciudad de la adelfa blanca,
Por la calle dormida donde los hombres muerden las flores
Yo cantaba al diablo con la barbuka por la muralla
Y andaba como un gato por la medina de Marrakesh.
Estabas tan vistosa y yo tan loco de madrugada
Buscando entre las sombras la melodía de los recuerdos
En aquella taberna donde la luna sólo era un sueño:
El sueño que tu boca contra mi boca puso de pie.
Ay como una estrella,
ay cayó del cielo,
ay con dos palabras: habibi, te quiero.
Y todo el mar dentro de ti. Y todo el mar fuera de mí.
Quien tiene prisa muere, canta la luna por el desierto
Yo lo aprendí en tu boca en una noche turbia de besos
Buscando en la Medina el corazón de la adelfa blanca
Por la calle dormida donde tus ojos yo me encontré.
Ay como una estrella,
ay cayó del cielo,
ay con dos palabras: habibi, te quiero.
Y todo el mar dentro de ti y todo el mar fuera de mí.
Romance a Ocaña
Era Malvaloca,
loca de querer.
Cerveza la boca.
los ojos café.
Y qué bonita pintaba la ilusión.
Y qué bonita cantando en su balcón.
Regaba la rosa,
regaba el clavel.
Y, entre copla y copla,
soñaba con él.
Era alegría de las Ramblas, corazón.
Armaba el taco, era la revolución.
Virgen de peineta y de mantilla,
pluma de abanico, torbellino,
¡ay!, virgen como Carmen de Lirio.
¡Ay!, se fue, se fue vestida de día.
Se fue, se fue vestida de sol.
Se fue, las malas lenguas decían
que el fuego la prendería,
el fuego del corazón.
Feria en Cantillana,
cometa de fuego,
que en la primavera
subió para el cielo.
Un ángel malo le estará cantando a Dios
“Ojos verdes”, “María de la O”.
Fue libre en la duda,
libre en el te quiero,
libre libre,
libre como el viento.
Y pagó el precio de vivir,
y la alegría la pagó,
con la moneda amarga del limón.
¡Ay!, de quien no sienta la cabeza
y entre nubes de sueños se pierde.
Dios los salve de la clase media.
¡Ay!, se fue, se fue vestida de día.
¡Ay!, se fue, se fue vestida de sol.
Se fue, las malas lenguas decían
que el fuego la prendería,
el fuego del corazón.
Se fue vestida de día.
Se fue vestida de sol.
Antonio Vargas Heredia
Con un clavel grana temblando en la boca
Con una varita de mimbre en la mano
Por una verea que llega hasta el río
Iba Antonio Vargas Heredia el gitano
Entre los naranjos, la luna lunera
Ponía en su frente la luz de azahar
Y cuando apuntaban las claras del día
Llevaba reflejos del verde olivar
Del verde olivar
Antonio Vargas Heredia
Flor de la raza calé
Calló el mimbre de tu mano
Y de la boca el clavel
Y de la boca el clavel
De Puentegenil a Lucena
De Loja a Benamejí
De Puentegenil a Lucena
De Loja a Benamejí
Las mocitas de Sierra Morena
Se mueren de pena
Llorando por ti
Antonio Vargas Heredia
Se mueren de pena
Llorando por ti
Era Antonio Vargas Heredia el gitano
El más arrogante y el mejor planta'o
Y por los contornos de Sierra Morena
No lo hubo más bueno, más guapo y honra'o
Pero por culpita de una hembra gitana
Su faca en el pecho de un hombre se hundió
Los celos malditos nublaron sus ojos
Y preso en la trena de rabia lloró
De rabia lloró
Antonio Vargas Heredia
Flor de la raza calé
Calló el mimbre de tu mano
Y de la boca el clavel
Y de la boca el clavel
De Puentegenil a Lucena
De Loja a Benamejí
De Puentegenil a Lucena
De Loja a Benamejí
Las mocitas de Sierra Morena
Se mueren de pena
Llorando por ti
Antonio Vargas Heredia
Se mueren de pena
Llorando por ti
Carlos Cano - "Falsa moneda"
Falsa moneda
Cruzó los brazos
pa no matala.
Cerró los ojos
pa no llorar.
Temió ser débil
y perdonarla,
y abrió la puerta
de par en par..
Vete, mujer mala.
Vete de mi vera.
Rueda lo mismito
que la maldición.
Que Dios lo permita
que el gaché que quieras,
pague tus quereres,
tus quereres pague
con mala traición...
Gitana, que tú serás
como la falsa monea,
que de mano en mano va,
y ninguno se la quea.
Que de mano en mano va,
y ninguno se la quea.
Besó los negros
zarcillos finos
que ellí dejara
cuando se fue,
y aquellas trenzas
de pelo endrino,
que, en otros tiempos,
cortó pa él.
Cuando se marchaba
no intentó mirarla,
ni lanzó un quejío,
ni le dijo adiós.
Entornó la puerta,
y, pa no llamarla,
se clavó las uñas,
se clavó las uñas
en el corazón...
Gitana, que tú serás
como la falsa monea
que de mano en mano va,
y ninguno se la quea
Que de mano en mano va,
y ninguno se la quea.
|
|
|
|
|