El vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que se abstendrá voluntariamente sobre la suspensión cautelar del juez Baltasar Garzón -como informó El Semanal Digital-, no está dispuesto a callarse y ha aprovechado una entrevista con Carlos Herrera, que visita a las Fallas de Valencia, para poner los puntos sobre las íes sobre de lo que realmente opina del juez de la Audiencia Nacional. De Rosa, bastante contrariado por cierto, no se ha escondido ni acomplejado a la hora de expresar su opinión al afirmar que sería "sano" para la Justicia y para la sociedad que un magistrado como Garzón, sobre el que pesan tres querellas en el Supremo, fuera apartado de manera "automática" de sus funciones en la magistratura.
El vicepresidente del CGPJ, que niega que tenga enemistad alguna contra Garzón, va más allá y considera que la Ley Orgánica del Poder Judicial tendría que contemplar la necesidad de apartar de forma obligatoria a cualquier juez que estuviera en estas circunstancias en las que ahora concurre el magistrado de la Audiencia Nacional para evitar así, cosa que está haciendo Baltasar Garzón apoyando por algunos compañeros, el Gobierno y medios de comunicación, "maniobras de dilación y comportamientos que desgarran la Justicia". Unas clarificadoras manifestaciones de Fernando de Rosa que se basan en algo tan necesario para el bien de todos como es la defensa de la "apariencia de objetividad".
Sin tapujos y con sinceridad ha reconocido en Onda Cero a Herrera que es amigo personal de Francisco Camps, algo que a su juicio –nadie mejor que él para afirmarlo y sostenerlo- no le inhabilita para actuar con independencia y objetividad en el asunto de Baltasar Garzón, aunque finalmente por la honorabilidad de la Justicia haya decidido abstenerse. Una jugosa entrevista en Herrera en la Onda que el magistrado ha aprovechado para aclarar que lo "medular" en este caso (denunciando así implícitamente que se trata de desviar la atención poniendo cortinas de humo y dudas sobre los jueces que tienen que decidir) es únicamente si un juez con tres querellas en el Tribunal Supremo puede seguir tramitando asuntos en su juzgado.
Interesantes también ha resultado algunas de las relevaciones de De Rosa que destaca la existencia, casi a modo de denuncia, de una corriente de opinión que sale en defensa del juez pretendiendo imponer como criterio que por los pasados "méritos adquiridos" se le debería perdonar todo al otrora "juez estrella". Vergonzosa intención reforzada por el propio Baltasar Garzón que alimenta la idea de que sufre una conspiración por "otros intereses que nada tienen que ver con la Justicia". Algo que el vicepresidente del CGPJ ha negado categóricamente cualquier "conspiración o campaña" contra el juez de la Audiencia Nacional.
