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Javier Millán-Astray es el director general de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que agrupa a grandes compañías distribuidoras nos comenta que se va a producir una caída del consumo de un 50%. La crisis va a tener unas dimensiones dramáticas, un 20% más que la crisis financiera del 2008.

Las grandes compañías tienen diseñados unos planes de seguridad perfectamente controlados para garantizar de la forma más absoluta y más rigurosa la salud tanto de los clientes como de los trabajadores. El problema es que no nos dejan abrir, añade.

El aplazar la apertura de grandes superficies  a la Fase 2, que pueden ser más de 15 días de cierre, eso supondrá una pérdida de unos 5.000 puestos de trabajo con toda seguridad.

No tiene ningún sentido seleccionar la apertura por superficie del establecimiento, debería ser por las medidas de seguridad que tengan establecudas. Esta discriminación no existe en ningún país.