“Pobre ignorante”; “payasa callejera”; “tipa extraída de lo peor de sus contradicciones”; “género cretino”; “tipa en cuestión”; “indocumentada feroz”; “sectaria cercana a la nausea”; “la sujeta”; “estúpida intervención”; “necia con altavoz”… Son algunos de los términos que usa Carlos Herrera para habar en su artículo de una persona. Me ha parecido triste que en un medio nacional, un periodista reconocido, utilice esta forma de expresión. Considero que no hay que llegar al insulto y al menosprecio de las opiniones contrarias, para informar y para formar al lector. En realidad, creo que hablando así, una persona se desautoriza a si misma. Este lenguaje me dice más cosas del mismo Carlos Herrera que de la misma Ada Colau.
Juan Ramón Echevarria
|