25 de abril de 2024
 
   
     
     
Últimos artículos
Las cosas de la termita [ABC]
Otra vez el «Francomodín» [ABC]
RTVE, el carguero de Baltimore [ABC]
«Nine to Five» [ABC]
¿TikTok nos espía? [ABC]
¿Cómo quiere el señor la amnistía? [ABC]
Todo a su tiempo y por orden [ABC]
Diez Minutos
VER-ORIGINAL
8 de diciembre de 2005

El desencuentro de la familia Rabal


La de los Rabal, Liberto lo sabe, es una familia muy querida en España.
La genialidad, bondad, picardía y afabilidad de su abuelo resultan, hoy, inolvidables.

Todos reparamos en la historia de unos hermanos murcianos que recalaron en el pobre y triste Madrid de su época y que fueron capaces de salir de la más absoluta de las nadas gracias a su trabajo, tesón y talento.

Reparamos en la generosidad y talla profesional de Asunción Balaguer, su abuela, cuya sonrisa bondadosa no llega a borrarse de su rostro y cuya dimensión artística sigue siendo excelente.

Reparamos en la siguiente generación y siempre resulta reconfortante encontrarse con Teresa en cualquiera de sus múltiples facetas. Así con todos, con Eduardo, con el propio Liberto.

Cuando Liberto apareció en la televisión hace unos días lamentando su mala fortuna y la soledad con la que ha tenido que afrontar las contrariedades, dejó en el aire un cierto aroma de desencanto.

Ciertamente, sus aventuras cinematográficas no han tenido el eco necesario como para poder seguir adelante con sus proyectos, por lo que la inevitable melancolía se ha instalado en su quehacer, pero seguro que se sale de ello como se sale de tantas cosas.

Dice que la familia de su esposa le apoyó sin fisuras y que gracias a ese hecho ha podido salir de un foso que le estaba costando el carácter.

Tanto hablar de la familia de ella y tanto lamentar su soledad hicieron que su propia tía tuviera que salir a la palestra para dar a entender que los Rabal no le habían dejado solo ni mucho menos.

La llamada estaba llena de desencanto y algo de reproche: menos lloros y más trabajar en proyectos reales y, de paso, más recordar lo que su abuela le proporciona en forma de vivienda.

Liberto, que jamás cedió a la tentación de dar exclusivas, accedió al mismo cobrando, con lo que a partir de ahora se lo recordarán día sí y día no.

Ese afecto que en España se siente por los Rabal hizo que las palabras de Liberto resultasen impactantes y le retratasen como alguien despegado de los suyos.

Cada cual se despega de quien quiere cuando quiere y como quiere, pero llamar la atención la llama.

Si ha rechazado diferentes trabajos para poder dedicarse a sus ilusiones, habrá conocido, así mismo, lo desabrida que es a veces la realidad.

Esperemos que su nuevo trabajo “La Inercia de los Cuerpos” le brinde la tranquilidad necesaria para ver las cosas desde la tribuna de la autenticidad.

 


enviar a un amigo comentar
[Se publicará en la web]
facebook

Comentarios 0

Traducir el artículo de 


Buscador de artículos
Título: 

En el texto del artículo

Texto de búsqueda: 


Administración
  Herrera en la red
  Herrera en imágenes
  Sitios que me gustan
 
©Carlos Herrera 2003, Todos los derechos reservados
Desarrollado y mantenido por minetgen, s.l.