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17 de noviembre de 2005

Raquel, ¿embarazo o aerofagia?


Está embarazada Raquel Mosquera o simplemente tiene aerofagia? Recuerdo el caso de un filipino, hará unos años, que aseguraba estar embarazado y que lucía un vientre prominente que le creció, por lo visto, en pocos meses.

Se demostró, obviamente, que no era cierto, y no sé si este caso es semejante o no.

Sostiene Mosquera que sale de cuentas alrededor de la Navidad, lo cual implica que a estas alturas debería lucir un barrigón acorde con su estructura volumétrica y debería experimentar las naturales ardentías de cualquier embarazada de ese nivel.

Por lo que cuentan testigos próximos a la presunta preñada, ni barrigón ni ardentías: nada. La sospecha se bifurca en dos: o bien padece embarazo psicológico o bien no sabe cómo parar un montaje informativo destinado a su lucro incesante.

Raquel, vestal esférica de los sueños de muchos de nosotros, nos sedujo desde sus inolvidables portadas en las que aparecía ora vestida de leona de los desiertos, ora caracterizada de sirena imposible sobre las azules aguas de los mares quietos; y tanto fue así que se confirmó como la protagonista rotunda de nuestros deseos más inconfesables.

Reconózcanlo: Raquel, a no pocos, nos turba hasta lo indecible. Lamentablemente, cayó en la seductora trampa del comercio de interiores y, desde entonces, hubo de apostar por el “no va más”.

Ese “no va más” no puede ser otro que estar embarazada de su pareja nigeriana y someternos a todos al duro ejercicio del cálculo mensual: ahora habrá perdido la menstruación, ahora ya tendrá mareos, ahora su tripita de muñeca sufrirá contracciones, ahora su particular “bebé” se moverá, ahora sentirá vértigo, vómito, antojos...

La decepción que experimentaremos sus seguidores en el caso de que su embarazo sea sólo consecuencia de alguna inexcusable exclusiva no tendrá vuelta atrás.

Cuando fue vista auparse a su cuatro por cuatro con la agilidad de una saltadora de pértiga, la sospecha se hizo carne y la duda ya planeó sobre nuestras ansias como un murciélago impertinente: Raquel nos está engañando.

Si pasadas estas fiestas tan “entrañables”, la reina de las tallas grandes no trae al mundo a un hermoso y mulato retoño nos sentiremos hondamente defraudados.

Si la hembra mayúscula, la síntesis del inflado y el desinflado, la curva prodigiosa, la acorazada de fajas, ha jugado con nuestras ilusiones, no podremos superarlo jamás.

Debería ser consciente de ello y reconocer, al menos, que sólo eran gases. Pero tan intensos que parecían un feto.


 


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Comentarios 2

21/11/2005 8:36:35 Ana Carla Sabater Fuster
20/11/2005 20:54:08 yolanda
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